La Calle del Infierno, elige el próximo lunes de Feria como el primer día sin ruido en el recinto de atracciones de la Feria. La iniciativa, que pretende establecer otro día más para esta acción solidaria, tiene como objetivo que los niños y niñas con trastornos del espectro autista puedan disfrutar también de las atracciones y de toda la oferta de ocio que se realiza desde la Calle del Infierno.

De este modo, la Calle del Infierno enmudecerá entre las 14:00 y las 18:00 horas del lunes, jueves y sábado. «Con toda probabilidad habrá más días sin ruido», ha aclarado el vocal de la Asociación de Feriantes de Andalucía, Enrique Bañuls.

La asociación Autismo Sevilla, por su parte, valora positivamente, en declaraciones a Sevilla Actualidad, la iniciativa por varias razones: «Por un lado, muestran el creciente interés de la sociedad por acercarse a las personas con autismo, conocer sus necesidades e intentar facilitarles espacios y momentos de disfrute compartido. Por otro lado, todas estas medidas tienen elevado impacto mediático, lo que permite sensibilizar a la población dándole información sobre una discapacidad que aún es desconocida para gran parte de la sociedad y haciendo que el autismo esté más presente en los medios de comunicación», añaden.

Sin embargo, desde Autismo Sevilla recuerdan que no todos los niños con Trastornos del Espectro Autista (TEA) tienen las mismas características ni son homogéneos, por lo que reducir el ruido en la Calle del Infierno no tiene por qué beneficiar a todos los niños con TEA. Además, desde la Asociación advierten que esta medida está lejos de ser inclusiva, pues establece un horario y un espacio determinado para los niños y niñas autistas, separándolos del resto. «Limitamos la presencia y el disfrute de estas personas con dificultades sensoriales (no solo TEA) a estos momentos, quedando este colectivo separado del resto, siendo excluyente para ellos», sentencia Beatriz Bonilla, responsable de incidencia social y captación de recursos de Autismo Sevilla.

Una calle emblemática

Todavía son muchos los que no saben que la calle del infierno recibe su nombre debido al ruido «infernal» que producen las bocinas y los altavoces de los famosos «cacharritos», sistemas de sonidos que cumplen una función clara: animar y atraer al público. Otra de las características de esta calle emblemática es la iluminación que irradian las atracciones, con destellos de focos de aquí para allá que sirven de ambientación para los asistentes. Y es que en definitiva, un lugar pensado para la diversión no puede lucir como un cementerio.

La calle del infierno cuenta con más de 120 atracciones diferentes, entre brazos mecánicos, montañas rusas y pistas de coche, aunque la mayoría de las atracciones están destinadas al público infantil: norias pequeñas, el tren de la bruja, los «toritos». Este año, la emblemática calle del Real de la Feria, no contará con ninguna atracción nueva, aunque eso no impedirá disfrutar a los más pequeños, y no tan pequeños.