La Feria de Abril, entre otras muchas cosas, es clave a la hora de establecer las tendencias en moda flamenca del resto de eventos feriales y romerías de España entera.
Aunque son las cordobesas las que ostentan el título de guapas de Andalucía, poco o nada tienen que envidiarle una sevillana bien ataviada con su respectivo traje de flamenca. Territorialismos aparte, no se puede negar que las curvas de una mujer por mucho que resalten con esta indumentaria no es lo único importante para ir ‘en condiciones’ al Real.
Para tal finalidad, aportamos unos breves consejos a seguir, o a evitar, para lucir espléndida en traje de flamenca. Ni que decir tiene que cada maestrillo tiene su librillo, aun así nos permitimos la licencia.
El pelo siempre recogido
Con el vestido perfecto y los complementos idóneos, los quebraderos de cabeza se centran en la elección del peinado. Lo principal es llevar el pelo recogido, parece obvio pero no lo es ya que hemos visto muchas melenas al viento con la flor ‘colgona’. Las antiguas canasteras se peinaban con el pelo recogido resaltando sus rasgos, ondas al agua, pelo estirado, mechones al aire, moño, cola de caballo, etc. Un homenaje a aquellas que inspiraron las gitanas de la actualidad. Además, los complementos y nuestra belleza natural resaltan más con las facciones despejadas.
No quedarse corta con el maquillaje
Si has decidido vestirte de flamenca tienes que hacerlo con todas las consecuencias. A la hora de maquillarte no lo hagas como sueles hacerlo entre semana, la naturalidad aquí no tiene cabida, no es que te pintes ‘como una puerta’, pero decidiste abandonar la cotidianeidad cuando elegiste vestirte de lunares. Por lo tanto, si no quieres que el vestido destaque más que el conjunto, el maquillaje debe ir acorde con la ocasión.
Para el frío siempre mantón o toca
Por la noche refresca y los trajes de flamenca enguataos no existen, por el momento. Por lo tanto se antoja necesario echar al hombro alguna prenda de abrigo que sea coherente con la indumentaria. Abstenerse chaquetas, rebecas, toreritas y variantes. Lo más usado son mantones y tocas, aunque cuidado con ellas que suelen extraviarse y no te das cuenta hasta que notas el frescor nocturno.
Cuñas o zapatos tradicionales en detrimento de los tacones
Sí, es cierto, los tacones estilizan y te ves monísima pero, por muy cómodos que sean, si te llevas varias horas bailando y de pie esos zapatos supercuquis harán que note el latido de tu corazón a la altura de tu empeine.
Una opción de calzado para muchas mujeres suelen ser los zapatos de esparto. Ofrecen altura y cierta comodidad pero como consejo, piénsatelo dos veces si vas a andar mucho, pues en este caso debes ir muy pendiente del camión de riego y cualquier otro charco ocasional que se cruce en tu camino. El tradicional zapato de baile es mucho más ventajoso pero para gustos…
SIMOF ha hecho creer que algunas cosas son estéticas pero seamos realistas, ni son flamencas ni prácticas para la feria. Si no quieres parecer guiri y sufrir en exceso, ni se te ocurra esa invención del traje de flamenca con sandalias, además acabarás llenándote los pies de tiritas y eso ya sería más lamentable estéticamente aún.
Cumplimentar con complementos
Si tienes varios trajes y ya es un infierno para tu bolsillo y tu cabeza encontrar la gama cromática adecuada de complementos puedes optar por una opción muy flamenca y actual; complementos metálicos. Hay una enorme gama de pendientes, peinecillos, peinas, pulseras, collares y broches que van desde los tonos platas hasta el bronce pasando por la plata vieja, el cobre o el oro. Combinan con todos los trajes y están muy de moda.
Ni gafas de sol ni móvil en el escote
La elegancia de una mujer vestida de flamenca recae en la finura, la elegancia y en transportar a todo el que la ve a una época atemporal. Para guardar el móvil los trajes de hoy en día poseen un bolsillo muy ‘apañao’ en las enaguas.
El mantoncillo bien cuadrado
Aunque últimamente el mantoncillo está más en desuso, hay trajes que lo piden a gritos y no hay cosa más de guiri que una flamenca con el mantoncillo en las caderas. Esta prenda debe ir sobre los hombros y bien cuadrada bien o en el centro del escote, bien sobre el ombligo.
Si no te vistes de flamenca…
Si por cualquier motivo no te vistes de flamenca, tranquila, el mundo no se acaba, pero ten en cuenta un par de cosas. Hay un gran abanico estilístico entre ir arreglada como para una boda e ir en chándal, en ese término medio deberías moverte. Cada mujer es capaz de encontrar el equilibrio entre ir cómoda e ir guapa. Además, estamos de suerte porque los lunares se llevan muchísimo así que con cualquier vestido, chaqueta o blusa de lunares puedes ir acorde sin estridencias.
Muchas mujeres van más allá en el intento de ir vestidas de calle con toques feriales, olvidando aquella máxima de la elegancia que decía: menos es más. Se empiezan poniendo un mantoncillo, luego una flor, pendientes, arrasan con todas las pulseras de pasta que tenían y al final parece que han perdido el traje por el camino o nuevamente, que son guiris despistadas. Valora la medida de tus complementos sin olvidar que ser flamenca en el fondo es una actitud.
Si eres hombre…
Es complejo y a la vez complicado ser un hombre en la feria. Aún existen algunos caballeros feriantes de toda la vida dignos de las añejas estampas con con su chaqueta, camisa sin corbata abrochada y sombrero de ala ancha… Pero sin llegar a ese listón difícil de igualar, tenemos alguna propuesta para ir acorde con las circunstancias.
Personalidad ante todo
Si pretendes cumplir con el protocolo llevando traje mal vamos; esto no es Semana Santa y salvo la noche del «Alumbrao» no van muy al tono a no ser que se trate de un experto que posea en su armario trajes de día, por así llamarlos.
La opción de pantalón y chaqueta es la más equilibrada y ofrece mucha variedad, desde las mil rayas muy feriantes a cualquier chaqueta lisa. La corbata si te es molesta no es imprescindible, no se trata de torturarse.
En todo este complejo tratado teórico hay una base que no debe olvidarse: Si no sabes llevarlo no te lo pongas. No hay nada peor que un hombre toda una jornada ferial con cara de agobio llevando una chaqueta o una corbata impuesta; hasta ir en mangas de camisa o con un polo decente es mejor que esa cara…
Modernidades para otro día
Igual que se peca por defecto, se peca por exceso. Hay auténticos enamorados de las tendencias que van a la última con camisas de cuadritos pastel, chaqueta entallada y por supuesto, ojal al tono o al contraste pero siempre destacado… Este tipo de ropa es muy lícita pero tal vez no es tan ‘ferianta’ como muchos consideran y podría dejarse en el armario hasta mejor ocasión, aunque aquí ya pesa el criterio de cada cual.
Caballeros sin caballo
No vamos a entrar en la indumentaria de los caballistas, eso sería pisar un terreno muy acotado donde hay un verdadero protocolo establecido; solo lanzamos un consejo muy básico:
Si se tienen más de ocho años y no se tiene caballo, ni hay que plantearse vestir de corto. Parece de perogrullo pero todos recordamos a algún futbolista que se paseó de esa guisa por la feria…
Sin más, recordaros que ir a la Feria de Sevilla ante todo es disfrutar, por lo que os deseamos la mejor de las fiestas.