pedro-sanchez-discurso-investidura-parlamento

Sánchez y Rivera firman su pacto de legislatura

Rajoy: «Para ser presidente no basta con humillarse»

El líder socialista ha enfocado su discurso en todo momento hacía el diálogo entre las fuerzas políticas y a su “responsabilidad” para evitar nuevas elecciones.

El debate de investidura del candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez ha comenzado a las 16:30 horas y lo ha afrontado sólo con el apoyo de Ciudadanos, que le ha advertido de que no aceptará cambios sustanciales en el acuerdo suscrito y con el rechazo de última hora de la izquierda a sus ofertas para intentar atraer su apoyo. Sánchez ha enfocado su discurso en todo momento hacía el diálogo entre las fuerzas políticas y a su “responsabilidad” para evitar nuevas elecciones.

Sánchez ha insistido en que «millones de españoles» han señalado una senda tras las elecciones del 20-D, la del «cambio». Y eso implica «abandonar las políticas de Rajoy y del PP», o lo que es lo mismo, evitar «las imposiciones, con el chantaje y el abandono de la mesa de negociación”. Además, ha querido desmontar la teoría de que sólo el que tiene mayor número de votos puede asumir la responsabilidad de gobernar. «La minoría mayor no es una mayoría», ha dicho.

Pedro Sánchez ha ofrecido tenderle la mano a los 7,2 millones de votantes del PP para «dialogar y acordar» sobre los grandes asuntos de Estado entre los que ha destacado la integridad territorial, reforma constitucional y unidad frente al terrorismo, aunque sí ha dejado claro que es “imposible el pacto entre PSOE y PP”.

Para el líder socialista es “imprescindible formar un Gobierno ya” y para eso hay dos opciones “o dejar que siga el Gobierno de Rajoy en funciones o apostar ya por un cambio nacido del diálogo y del acuerdo”. En un intento de convencer a Podemos, Sánchez ha asegurado que el PSOE «no exige nada, no aspira a imponer nada y no tiene líneas rojas”.

Pedro Sánchez ha definido el Gobierno que quiere formar en tres puntos: «cambio, diálogo y acuerdo». Eso sí, basado en la idea de que los españoles conviven «en un amplio territorio común». De esta forma ha alejado desde el principio cualquier tentación de ruptura en la unidad de la nación.

Acuerdo con Ciudadanos

Pedro Sánchez ha reconocido que su acuerdo con Ciudadanos no es suficiente para gobernar pero ha asegurado que es «el indispensable principio de la solución». En su opinión, este pacto da solución a los cinco grandes desafíos del país: el empleo, la desigualdad, la regeneración democrática y el combate contra la corrupción, el papel que España debe tener en la Unión Europea y resolver la crisis de convivencia que se sufre en Cataluña.

Este modelo de crecimiento, según Sánchez, estará basado en la innovación y la mejora de la productividad, ya que su objetivo es situar al déficit en torno al 1% del PIB en 2019. También se ha comprometido a blindar los derechos sociales como fundamentales en la Constitución, lo que implicará, ha reconocido, «efectuar una revisión del gasto público».

Además de una reforma fiscal que permita elevar la capacidad recaudatoria y luche contra el fraude y la economía sumergida. En este sentido, ha prometido reducir la carga tributaria de las rentas del trabajo compensando este descenso recaudatorio con el aumento de la imposición sobre «otro tipo de rentas» y con impuestos medioambientales.

En cuanto al empleo, ha prometido potenciar la negociación colectiva y la redacción de un nuevo Estatuto de los Trabajadores suprimiendo al mismo tiempo los elementos que han hecho de la reforma laboral «la cuna de la precariedad».

Igualmente, ha prometido luchar contra la desigualdad poniendo en marcha un Plan de Emergencia Social en el que se reconocerá el llamado Ingreso Mínimo Vital y un complemento salarial garantizado para las rentas más precarias. En el discurso, un apartado dedicado a la lucha contra la corrupción, un verdadero «enemigo», ha dicho, «de la Democracia”.

El líder socialista ha mencionada todos los puntos del acuerdo con Ciudadanos. Y, por último, ha hablado del secesionismo catalán. «Cataluña forma parte de España», ha afirmado antes de dirigirse a la sociedad catalana a la que ha prometido «tender puentes» y dar respuesta a las peticiones de la Generalitat para una financiación suficiente.

Pedro Sánchez ha acabado su discurso reconociendo que no cuenta con votos suficientes para alcanzar la investidura, pero ha dicho estar «orgulloso» de haberlo intentado, de haber respondido afirmativamente al Rey Felipe VI y, en definitiva, de haber logrado «desbloquear» la situación política.