Raquel, una joven usuaria de Twitter, ha conseguido emocionar a los lectores de la red social con la lista de las cosas que hacen feliz a su abuelo. En dos fotografías, que acumulan más de 22.000 retweets y casi 187.000 me gusta, Raquel hacía públicas las diez cosas que ensanchan el corazón de su abuelo, escritas con mucho mimo en una hoja de cuaderno.
«Le he pedido a mi abuelo una lista de cosas que le hacen feliz y me encuentro personalmente destrozada», expresaba Raquel en el tweet, acompañado de la lista de su abuelo.
«Cuando voy a Huelva para ver a mi hijo y nietas», escribía el hombre en primer lugar. «Despertarme por la mañana y ver a mi mujer junto a mí», le seguía, o «tocar la guitarra y cantar lo poco que sé por las tardes». «Conducir mi coche y viajar», «en el verano irnos a la playa» y «bajar a la terraza del bar a desayunar en el verano», son las primeras seis cosas que escribió en su lista.
Le seguían cuatro más. «Merendar alguna tarde en el bar churros y chocolate», «hacer algo en el piso, arreglar cualquier cosa y que me salga bien», «cuando nos juntamos todos -hijos, nietos- para comer en un bar». Sin embargo, la última ha sido la que más reacciones ha generado entre el público de Twitter: «Cuando nos llaman por teléfono los hijos. Que no son muchas veces».
Esta última frase ha hecho reflexionar a algunos usuarios: «Estoy rotísima», expresaba una joven. Pero también ha despertado la crítica en otros, que han reprochado que la familia no llame más a sus abuelos: «Pues a ver si los llamas más», sentenciaba otro usuario.
Hobbies sencillos, relacionados con la familia, que han hecho que las redes se vuelquen con mensajes de cariño. Algunos usuarios, incluso, se han animado a compartir también las diez cosas que hacen felices a algunos de sus familiares.
Tanta ha sido la repercusión que hasta la actriz, Ana Milán, se ha hecho eco de la publicación y ha querido hacer un comentario al respecto. «En serio, llamad a vuestros padres y abuelos mientras podáis. Un día iréis a echar mano del teléfono, para contarles algo que acaba de pasar y os daréis cuenta de que ya no hay posibilidad. Y escuece. Un montón», expresaba Milán con sentidas palabras.