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Un grupo de investigadores de la Universidad de Cádiz y la Universidad de Sevilla ha llevado a cabo un estudio que concluye que 9 de cada 10 anuncios publicitarios de alimentos y bebidas en la televisión incumplen la normativa del Código de Publicidad de Alimentos y Bebidas Infantiles (Código PAOS), lo que induce a una mala alimentación entre los niños.

Para entender bien este trabajo es importante destacar que en los últimos años se ha incrementado notablemente el número de menores con sobrepeso u obesidad en países desarrollados o en vías de desarrollo, como demuestran informes recientes avalados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). En este contexto, y tras una profunda revisión bibliográfica de estudios anteriores, los investigadores consideran que “la publicidad de alimentos y bebidas ejerce un papel fundamental sobre la alimentación de los niños”.

Por este motivo, el principal objetivo de este trabajo ha sido evaluar el cumplimiento del Código PAOS en España, así como su relación con los hábitos nutricionales en televisión, concretamente en canales dirigidos al público infantil. Cabe recordar que el Código PAOS, dirigido a la infancia, la prevención de la obesidad y la salud, pretende promover el bienestar físico y la felicidad de los niños a través de una dieta saludable en la sociedad actual, por lo que los operadores de televisión de España deben exigir que estas normas se cumplan.

177 piezas analizadas

Así, los autores del estudio han analizado en franja infantil hasta un total de 177 piezas durante la emisión publicitaria de cinco canales de televisión, con el fin de comprobar si los anuncios se ajustaban a los estándares establecidos por la normativa.

Los resultados de la investigación reflejan “un incumplimiento sistemático de este código que se traduce en hábitos alimentarios inadecuados entre los niños”, como señalan los expertos. Asimismo, los autores de este trabajo aseveran que “9 de cada 10 piezas publicitarias de alimentos y bebidas no cumplen con ninguna de las normas del Código PAOS, lo cual demuestra que la autorregulación de las empresas publicitarias por parte de los organismos competentes es insignificante e insuficiente”.

Conclusiones de la investigación

Entre las conclusiones, el equipo de investigadores observó, por una parte, que “el 83,05% de los alimentos anunciados no son esenciales” y, por otra, que “el 60,5% de los anuncios examinados contravienen el Código PAOS”. De hecho, los datos finales muestran que, en cuanto al grado de incumplimiento, “los anuncios de productos lácteos son los que más infringen las normas, seguidos por los de bollería industrial, con un 31,25% y un 25% respectivamente. Por el contrario, las piezas de bebidas azucaradas, salsas y snacks son las que más cumplen con la normativa, con solo un 6,25% de infracciones”.

Por otro lado, los investigadores consideran que también “se incumplen estándares éticos relacionados con el lenguaje comunicativo de los anuncios (por ejemplo, cuando se utilizan elementos fantásticos o se generan expectativas inalcanzables para el público infantil)”. De igual modo, los autores de este trabajo consideran que “las piezas publicitarias analizadas infringen normas relativas a los beneficios del producto o sobre ofertas promocionales, ya que inducen al público a errores de juicio sobre las ventajas de utilizar el producto”, lo que califican de “publicidad engañosa”.

“Con este artículo hemos querido poner de relieve la necesidad de que las autoridades públicas emprendan acciones de comunicación y marketing que adviertan de las consecuencias nocivas de los malos hábitos alimentarios en los niños”. Y es que “la obesidad es uno de los problemas de salud pública más importantes de la infancia”, como explican los expertos. “Según un estudio reciente de la OMS, alrededor del 40% de la población infantil europea tiene obesidad o sobrepeso, debido principalmente a que el 30% de la dieta de nuestros niños se baja en ultraprocesados”.

La mitad de los anuncios de alimentación no son saludables

En consecuencia, para estos investigadores preocupa “el hecho de que, en España, alrededor del 50% de los espacios comerciales de bebidas y alimentos dirigidos a menores de 12 años sean productos no saludables”. En este sentido, el grupo de investigadores aboga por “que se adopten de manera urgente medidas legislativas obligatorias que protejan la integridad de los niños y además se actúe en favor de un consumo más adecuado, restringiendo la sobreexposición masiva de los niños a productos no saludables”.

“Desde nuestro punto de vista, la gestión de la felicidad y el marketing social pueden jugar un papel vital tanto para concienciar a las organizaciones y a las empresas de la necesidad de desarrollar campañas publicitarias que cultiven el consumo de productos saludables como también para animar a los padres a fomentar a su niños para llevar una vida saludable, basada en el deporte y el consumo de alimentos bajos en calorías y grasas saturadas”, como concluyen en este trabajo científico.    

El grupo de investigación está formado por los profesores de la UCA Araceli Galiano-Coronil, del departamento de Comunicación y Marketing, y Rafael Ravina-Ripoll, del departamento de Organización de Empresas, además de por Gloria Jiménez-Marín y Rodrigo Elías Zambrano, ambos investigadores del departamento de Comunicación Audiovisual y Publicidad de la Universidad de Sevilla.