Verena, una chica tan solo 16 años de Murcia, lleva viviendo un infierno desde que se contagió de coronavirus hace 6 meses. Su vida ha cambiado completamente, y es que desde que enfermó en octubre del año pasado, sufre importantes secuelas. La más peculiar, es que su cerebro manda la orden de toser cada dos segundos.

Tal es el caso que, según testimonio de Verena, le impide hacer vida normal. No asiste a clases presenciales, prácticamente todo lo que come lo vuelve a expulsar… Explica, que solo encuentra descanso cuando duerme. Además, Esta tos constante debido al coronavirus le está provocando daños en su nervio óptico y a su oído. También sufre otras como inflamación repentina de articulaciones. Asimismo declara que «a lo mejor una mañana me levanto con una mano que parece un globo, y a los dos o tres días ha bajado».

También sufre la presión de la sociedad. La joven explica que cuando sale «cuando sales, la gente te mira, cuchichea, se aparta… y eso no es algo que le haga sentir bien a nadie».

Tal y como explica su padre, durante la etapa en la que padeció coronavirus le entraban ataques de tos muy fuertes. Tales eran estos, que prácticamente le dejaban desmallada. Esta orden del cerebro se instaló en su cabeza, y aun se mantiene a día de hoy.

Aun así, Verena se encuentra optimista y con una sonrisa. En todas las entrevistas que ha ofrecido a diferentes medios (tales como RTVE), ha resaltado su alegría y su buen temperamento, llegando a afirmar que «lo último que se pierde es la sonrisa».