La ONU cambia la clasificación de la marihuana de la lista de estupefaciente más peligrosos al listado de drogas con mayor valor médico. Este cambio del cannabis por parte del organismo internacional puede suponer un gran avance en materia de investigación.

Considerando sus propiedades médicas y terapéuticas, la Organización Mundial de la Salud (ONU) ha pasado a reconocer recientemente las propiedades del cannabis a nivel médico. Ello tuvo lugar durante el pasado mes de diciembre de 2020 a través de la Comisión de Estupefacientes, en una votación realizada en Viena. El órgano ejecutivo sobre políticas de dogas de Naciones Unidas modificó la posición de la marihuana de la Lista IV, considerada como aquella que recoge las sustancias más peligrosas y sin valor médico —como la heroína— a la Lista I, donde se encuentran los estupefacientes con mayor valor médico —como la morfina—. La marihuana ha permanecido en esta durante casi 60 años, desde la convención sobre drogas celebrada en el año 1961.

En la actualidad, el cannabis forma parte de los estupefacientes que mayor valor médico tienen. “Se trata de un gran avance para la investigación médica y terapéutica, y uno de los pasos más grandes en materia de drogas de las últimas décadas”, explican desde la empresa especializada en la venta de semillas de cannabis de todo tipo, Linda-Seeds. Para la e-Commerce dedicada a la venta de semillas de marihuana baratas con más de 85 bancos de semillas el reconocimiento del valor terapéutico por parte del organismo internacional es una evidencia de los efectos positivos de la marihuana de los que tanto se ha hablado durante años. “Actualmente son muchos los países los que se están adecuando a esta nueva realidad y, aunque el consumo a nivel recreativo sigue estando prohibido en la normativa internacional, se trata de un gran avance de cara a los próximos años y el impulso hacia nuevas políticas. Además, por supuesto, de un campo abierto para la investigación con esta planta”, resaltan.

El nuevo convenio aprobado en Viena contó con una mayoría simple por parte de los 53 Estados de la Comisión. La mayoría de los estados de la Unión Europea votaron a favor, a excepción de Hungría y otros países de América. Lo cual dio lugar a un total de 27 votos a favor del cambio. Otros de los países que se han sumado a dicho cambio y a la aceptación del criterio científico de la OMS fueron Argentina, Canadá, Colombia, EE.UU., México, Uruguay y Ecuador. Para ello, la OMS llevó a cabo un estudio crítico sobre cannabis con más de 200 millones de consumidores. El organismo internacional es el que se encarga de valorar científicamente tanto las propiedades terapéuticas como los daños que genera la adicción a drogas bajo control internacional.

Posibles beneficios del cannabis

Entre los componentes que la ONU ha decidido rebajar al listado N.º 1 de estupefacientes bajo control a nivel internacional, y accesibles para actividades médicas, se encuentran el cannabidiol y el tetrahidrocannabinol, es decir, CBD y THC, respectivamente. Ahora, este cambio permitirá la investigación con los principios activos del cannabis en tratamientos prometedores como el párkinson, la esclerosis, la epilepsia, el dolor crónico y para paliar los tratamientos de la quimioterapia.

De hecho, hasta la fecha, ya existen algunos países como Estados Unidos que permiten la comercialización de medicamentos hechos con THC y CBD, como es el caso de Sativex, el cual también está aprobado en España para su comercialización y es cubierto por la Seguridad Social. Este medicamento funciona en forma de spray bucal con extracto de Cannabis Sativa. Sus principales componentes, los cuales se encuentran disponibles en la misma cantidad, son el THC y el CBD. Este tratamiento está indicado para tratar el dolor, así como para reducir las náuseas provocadas por la quimioterapia. Otros de los medicamentos, en este caso, aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, en sus siglas en inglés) son el Marinol, Syndros, Cesamet y Epidiolex.

El THC es uno de los principales componentes de la marihuana. Se trata del compuesto psicoactivo que está presente en la planta en mayores cantidades. Los efectos de este componente se relacionan con la euforia o la pérdida de coordinación, pero también con efectos que pueden ser beneficios para la salud como el aumento de las ganas de comer en enfermedades como la anorexia, el SIDA o el cáncer en cuyo caso se producen importantes pérdidas de peso.

El CBD, también conocido como cannabidiol, es otro de los componentes más importantes del cannabis. Las diferentes investigaciones realizadas hasta la fecha apuntan a que este componente es de gran importancia para reducir el dolor tras las operaciones, incluso en personas con esclerosis múltiple, pero también para tratar la ansiedad y la depresión —así como en los problemas de fobia social— y, por último, por su papel neuroprotector. En este último caso, pueden encontrarse varios estudios científicos que apuntan a que el CBD puede ayudar a reducir la frecuencia y la intensidad de los ataques epilépticos, además de mejorar la calidad de los pacientes con párkinson. También de mitigar los síntomas asociados a la quimioterapia —reduciendo las náuseas, los vómitos y el dolor—.

Un cambio con años de espera

Este cambio lleva siendo esperado desde enero de 2019, concretamente cuando la Organización Mundial de la Salud emitió un dictamen en el que reconocía la utilidad médica del cannabis y recomendaba su retirada de la Lista IV. Casi dos años han sido necesarios para que, finalmente, este dictamen fuera acertado por una mayoría simple de los países que forman parte de la Comisión de Estupefacientes, el órgano ejecutivo sobre las políticas de drogas que adopta las decisiones en las Naciones Unidas. El cambio proponía, así mismo, la utilización de la marihuana con fines médicos.

Este cambio ha llegado en una situación en la que países como Uruguay y Canadá han legalizado el consumo del cannabis, así como —recientemente— una quincena de estados de EE.UU. Pero también, teniendo en cuenta a otros países como México, Israel o Luxemburgo que se encuentran en proceso de desarrollar iniciativas legales esta misma línea.