Largo y tendido se ha hablado de que, durante el confinamiento, muchos redescubrimos algo que casi habíamos olvidado: el poder disponer de tiempo para uno mismo.

Para algunos esa etapa fue una vuelta a antiguas aficiones, mientras que para otros resultó un acercamiento a nuevas ilusiones o proyectos, que se habían pospuesto indefinidamente (pintar, tocar la guitarra, sembrar flores en la terraza…).

Ahora, a la vuelta de vacaciones, son muchas las personas que están buscando profesores en Sevilla para dar rienda suelta a nuevos aprendizajes, porque, de un modo u otro, parece que nos hemos vuelto hacia nosotros mismos, y recordado que somos algo más que rutina, trabajar y dormir.

Los psicólogos dicen sí

Por si todo esto fuera poco, desde los colegios de psicología se está animando a la población a iniciar nuevos aprendizajes, retomar hobbies y mantenerse activos. 

El ser humano necesita explorar y aprender. En los casos en los que, como ahora, la exploración de nuestro ambiente más cercano se ve limitada, vamos a necesitar invertir esa energía en actividades que nos resulten significativas.

Si eres de los que sientes que no hiciste nada especial en el confinamiento, y te enfrentas a la nueva temporada otoñal con cierta sensación de desasosiego, quizás sea hora de probar a dedicarle un poco de tiempo a pensar qué te gustaría hacer. ¿Un curso de cerámica? ¿tal vez dar clases de canto? ¡Por qué no! ¡Atrévete!

La organización de nuestro tiempo

Parece que introducir este tipo de hábitos o rutinas, ya sean por el mero disfrute de la actividad o como un reto personal (aprender a hablar inglés, por ejemplo), estimula nuestro cerebro mejorando el estado de ánimo y la autoestima, y previene los estados depresivos.

Hacer que nuestros días, ya bien estemos en casa o bien con una vida social más reducida, se vivan de forma muy rápida e incluso divertida, supone un perfecto ejercicio de higiene mental que nos reconcilia con muchos de nuestros intereses personales.

Sí, todos hemos oído lo de ordenar el armario. Pero hay mucho más. Si ya ordenaste tu casa, clasificaste las fotos o incluso hiciste pan, esta vez anticípate: ¿qué quieres realmente hacer? 

Encontrar cursos o profesores

Hoy en día es sencillo encontrar el modo de recibir formación de los más diversos temas, desde cocina, informática, psicología familiar o costura, hasta temas mucho más específicos.

En esta época de nerviosismo y ansiedad, también puede ser una gran idea dar con un buen profesor de meditación o yoga, o algún entrenador personal que nos ayude a ponernos en forma.

En definitiva, el confinamiento y la nueva normalidad están haciendo que nos reencontremos con aficiones que teníamos relegadas por falta de tiempo o por dejadez, e incluso que al fin nos demos permiso a nosotros mismos para explorar nuestro lado más artístico o, tal vez, el más inesperado. Como más vale prevenir que curar, los psicólogos nos animan a encontrar nuevos hábitos y aficiones para el invierno que entra, y a indagar un poco más en nuestros verdaderos intereses vitales.