El coronavirus ha vuelto con cierta fuerza en Pekín, obligando a cerrar los colegios y aumentar el nivel de emergencia, del tercero al segundo. Vuelven las tomas de temperatura a los residentes y se aconseja retomar el teletrabajo.

El objetivo es frenar la propagación masiva del brote, que ha dejado ya más de un centenar de nuevos positivos. Mientras que el gobierno activó las alertas respecto a un supuesto foco de contagio en el salmón europeo, bloqueando la importación del mismo, los actuales casos confirmados y las áreas donde se han producido quedan selladas, a la espera de nuevos datos sobre el control del foco.

Las medidas de seguridad sanitaria se han recrudecido así buscando la mitigación del contagio y aún no se tiene noticias sobre cuándo volverán las clases presenciales o se recuperará una mayor sensación de normalidad en la zona.