La violencia doméstica ha sido un problema cultural y social difícil de afrontar. La lucha realizada por muchos años, de mujeres que sufrieron fuertes agresiones proveniente de sus parejas, logró que se formulara una ley que las protege y bajo la cual, pueden realizar denuncias ante el ente correspondiente cuando se ven sometidas a algún tipo de agresión.

Sin embargo, sigue quedando como un secreto a voces que hay hombres que, desafortunadamente, también son víctimas de violencia de su pareja y en estos casos, no tienen  dónde acudir para exigir que se respeten sus derechos. Una forma de solventar este problema es comenzar a pensar que denunciar un acto de violencia debe estar fundamentado en el acto de hacer daño a una persona, indistintamente del género.

Violencia doméstica o violencia de género

La distinción entre violencia doméstica y violencia de género ha traído muchas lagunas legales que deja desprotegido a los hombres maltratados. El primer punto de desigualdad se manifiesta cuando queda en evidencia que las sentencias por una acusación de violencia doméstica son menores que la que corresponde a la violencia de género, permitiendo en algunos casos que las personas reincidan en los delitos.

Se clasifica como violencia doméstica la agresión que se produce entre uno o más miembros del grupo familiar, independientemente del género de las personas involucradas. Mientras que la violencia de género es la agresión que sufre una mujer por el hecho de ser mujer.

En estos casos, los hombres que sufren maltratos por su pareja, si desean realizar una denuncia, sólo podrían alegar a una por violencia doméstica, que será procesada en términos mucho más ligeros que en el caso de que sea una mujer la que proceda de la misma manera. En los casos de divorcio, las condiciones puede que sean más difíciles de presentar por el hombre que está padeciendo los ataques constantes.

Los hombres también sufren las consecuencias de tener una pareja violenta

Aunque las estadísticas de violencia masculina sean menores, no significa que no sean importantes. Es fundamental recordar que la violencia no solamente se refiere a lesiones físicas, sino que también afectan el plano psicológico y social de la otra persona. Cualquier forma de control que un adulto aplique sobre otro para coartar sus acciones, puede ser considerado un tipo de violencia.

Muchos hombres sufren fuertes ataques violentos de sus parejas, tanto físicos como psicológicos, que incluso los han llevado a la muerte. Es importante comenzar a cambiar la forma de entender las leyes y pensar más en las personas. En otras palabras, el principal objetivo a alcanzar debe ser atender todos los casos de denuncia por igual, sin distinción de género. Por que a fin de cuenta se trata de una persona que está padeciendo las agresiones que otra persona está realizando y que no van a parar si no hay sanciones considerables que las frenen.

¿Qué hacer en caso de sufrir un ataque violento?

En caso de que seas un hombre que está siendo maltratado es importante que busques asesoría de un abogado dispuesto a guiarte en todos los procedimientos que puedes realizar para salir de tal situación. Denunciar es un acto de valentía que debe afrontar cualquier persona que esté siendo agredida, sin importar su género.

En el caso de los hombres, el orgullo y el miedo a la humillación pública son factores que evitan que estos tomen las acciones legales necesarias. Pero hay un problema más grave que la opinión de los demás, y se trata de la integridad mental y física de la persona afectada. Mientras estas no hagan una denuncia, las autoridades no podrán intervenir y las estadísticas seguirán reflejando valores que no corresponden con la realidad.

Los cambios se logran cuando un conjunto de personas se une con el objetivo de mejorar las condiciones en las que vive. Por lo que si estás siendo víctima de violencia, acude a un abogado especialista en violencia de género y coloca una denuncia inmediatamente, ya que cuando se trata de daños físicos, la evidencia de las lesiones es la principal prueba para iniciar un procedimiento.