Pequeños gestos en el día a día que cuestan muy poco, apostar por el autoconsumo o mejorar la eficiencia energética del hogar puede ayudar a cuidar del medioambiente, además de traducirse en un ahorro en la factura a final de mes.

Con motivo de la celebración del Día Mundial del Ahorro de Energía, que se ha celebrado este 21 de octubre, Consumo insta a la ciudadanía a reducir su gasto energético, apostando por un consumo eficiente, responsable y sostenible para el medio ambiente, al mismo tiempo que se reduce el importe de la factura.

Consejos

En primer lugar, conviene tener en cuenta una serie de consejos para reducir el consumo de electricidad en el hogar. En cuanto a la iluminación de la vivienda, se debe aprovechar siempre que sea posible la luz natural, y mantener las lámparas y bombillas limpias. Además, se pueden cambiar las bombillas convencionales por otras de bajo consumo, que ofrecen una mayor duración, y utilizar tubos fluorescentes en aquellas estancias que vayan a precisar luz durante más tiempo.

Por otra parte, para reducir el consumo en la climatización de la vivienda es importante el correcto mantenimiento y limpieza de los aparatos de aire acondicionado. Es conveniente instalar en los hogares un termostato para regular la temperatura a un nivel razonable, mantener los aparatos lejos de las fuentes de calor y desconectarlos cuando no haya nadie en la habitación.

En todo caso, para intentar utilizar lo menos posible los aparatos de climatización en la temporada de verano se pueden adoptar medidas como la instalación de toldos, cerrar las ventanas y las persianas en los momentos centrales del día y ventilar la vivienda en los momentos más frescos. En invierno, la subida de las persianas durante el día y el cierre de las mismas por la noche propiciarán menores pérdidas de calor.

También se puede ahorrar energía en la cocina, por ejemplo, utilizando el microondas en lugar del horno siempre que sea posible, y manteniendo limpios ambos electrodomésticos. En caso de usar el horno, hay que evitar abrirlo de manera innecesaria para evitar pérdidas de calor y por tanto mayores consumos de energía, y también se puede aprovechar el calor residual apagándolo unos minutos antes de la finalización del horneado. Por otra parte, la utilización de la olla de presión o el uso de tapaderas en los recipientes durante el cocinado también consumen menos energía.

En cuanto al frigorífico, se debe tener en cuenta que la temperatura óptima son 5 ºC, mientras que la del congelador son -18 ºC, y mantener las puertas abiertas el menor tiempo posible, asegurando su correcto cierre. Es importante que estos electrodomésticos están bien ventilados y asegurar su mantenimiento y limpieza, evitando las capas de hielo. Asimismo, no se deben introducir alimentos calientes en el frigorífico o congelador, porque produce aumentos en los consumos de energía.

Por otra parte, se recomienda utilizar tanto el lavavajillas como la lavadora cuando estén a plena carga, seleccionando el programa adecuado para cada caso y siempre que sea posible optando por programas de baja o moderada temperatura, ya que gran cantidad de la energía que consumen estos electrodomésticos se utiliza para calentar el agua en los lavados a mayor temperatura.

Además, se recomienda aprovechar el calor natural del sol para secar la ropa, evitando el uso de la secadora, así como aprovechar el calentamiento de la plancha para planchar grandes cantidades de ropa al mismo tiempo.

Otro pequeño gesto que se puede adoptar en el día a día para reducir el consumo de energía es desconectar los aparatos electrónicos cuando no estén siendo utilizados, así como no utilizar el modo de espera o “stand by”, ya que siguen consumiendo energía. También se pueden conectar varios aparatos en regletas de conexión múltiple que dispongan de interruptor propio, para que al desconectarlo se apaguen todos los aparatos al mismo tiempo. En este sentido, se recomienda optar por regletas que sean seguras y cuenten con sistemas de protección contra la sobretensión.

También se deben utilizar los ordenadores en modo de baja energía, y apagar la pantalla si no se van a utilizar en un determinado periodo de tiempo. En cuanto al teléfono móvil y otros dispositivos como tabletas electrónicas, una vez finalizada la carga de la batería no debe mantenerse enchufado el cargador a la red eléctrica, ya que sigue consumiendo energía a pesar de que no se esté utilizando.

Además de estos pequeños gestos, se puede apostar por reducir el consumo de energía de la vivienda realizando reformas para mejorar su eficiencia energética. Por ejemplo, instalando placas térmicas o solares que permitan el autoconsumo, revisando los cerramientos de puertas y ventanas para guardar el calor, instalando ventanas de doble acristalamiento o reforzando el aislamiento en suelo, paredes y techos.

No solo consumimos energía en el hogar, sino también en los desplazamientos, por lo que es recomendable hacerlos a pie siempre que sea posible, o utilizar alternativas al coche como la bicicleta o el transporte público. En caso de utilizar el coche, conviene adoptar hábitos de conducción eficiente, como usar las marchas largas para gastar menos combustible, circular con una velocidad uniforme, evitar los frenazos, los acelerones o los cambios de marcha innecesarios, y apagar el motor si se va a parar durante más de un minuto.