Leí hace muchísimos años un artículo de opinión de Pérez-Reverte en que hablando de la eutanasia decía que si en España se implantara tal cosa, tendríamos la más moderna e integrada de todas, la eutanasia obligatoria; porque los españoles somos así y en un cambio del blanco al negro no nos gana nadie.
Recuerdo este concepto de don Arturo con frecuencia, cada vez que veo como cualquier situación pega un giro de 180º y lo blanco se convierte en negro llevándose mil grises importantes por delante. Una muestra muy evidente de lo que digo es el matrimonio Sevilla- bicicleta; una cuestión que pasó a ser prioritaria tras años de invisibilidad. Que voy a decirles, esto es como la viña del Señor, hay de todo, pero con frecuencia lo malo es más palpable que lo bueno.
A montar en bici te enseñan tus padres, tus hermanos mayores, tu vecino, tu amigo, tus primos… pero a circular o simplemente a tener sentido común parece que no te enseña nadie y pasa lo que pasa, te implantan miles de millones de kilómetros de carril bici, te ponen Sevici y ¡hala!, a pedalear que la calle es tuya, literalmente. Hay un gran vacío… iba a decir que legal pero me iba a quedar corta, hay un gran vacío cívico, legislativo e intelectual.
El vacío comienza justo en el momento que se va al origen de las cosas, se analiza la palabra bicicleta. La primera palabra que se emplea en el Diccionario de la Real Academia Española para definirla es «vehículo». Teniendo todos claro que al hablar de bicicleta hablamos de vehículo me surgen dudas; ¿por qué este vehículo puede circular sin seguro y el resto no? Durante una breve etapa de mi vida trabajé en el ramo de los seguros. Aseguré coches, motos, cochecitos de estos sin carné, furgonetas, maquinarias industriales, algún camión, un barco e incluso un caballo y un pony, que además de animales podrían considerarse vehículos en según qué situaciones.
No se exige un mínimo seguro de Responsabilidad Civil para las bicicletas, al menos para las que se usan en núcleos urbanos, cosa muy incoherente pues como vehículo que es puede sufrir y ocasionar accidentes. Tampoco hay un sistema de matriculación o registro obligatorio identificativo alguno para una bicicleta; o sea que si tienes un accidente con un ciclista y este no se quiere identificar no hay manera alguna de reclamarle; y desgraciadamente las posibilidades de que esto ocurra son muchas.
Si tienen tiempo párense en un punto cualquiera, aunque también habrán comprobado lo que voy a decirles yendo en su coche. Es un espectáculo asombroso como el ciclista de turno, local o visitante, va por su carril sonando su timbrecito si alguien pisa mínimamente su trazado verde. Seguidamente raro será el que decelere un poco al pasar por el paso de peatones del carril. Probablemente al cabo de un rato cruzará, por el semáforo o no, y si hay semáforo obviará el color de este pues he llegado a pensar que los ciclistas deciden en cada momento si quieren ser peatones o vehículos.
Seguramente los verán circular en cierto momento por la acera que no hay carril bici, lo mismo en esa hay más sombra y tras esto puede que se incorporen a la calzada, en este momento habrán decidido ser un vehículo aunque no por ello seguirán las mismas reglas de preferencia en giros y cruces que los demás y pasado un rato volverán a la acera que mejor convenga. Las zonas con acceso ciclista pero de preferencia peatonal son mis favoritas, por allí andan a todas horas a la velocidad que se les antoje con el timbrecito a todo trapo, ahí, con saña… Solo Dios sabe las ganas que tengo de agarrar a uno de estos por el brazo e iniciar un parlamento…
La mayoría de asociaciones y agrupaciones ciclistas se defienden siempre diciendo que los coches cometen infracciones, que los peatones cometen infracciones, que el planeta entero comete infracciones. Desde aquí un consejo de corazón a estas entidades; cuando yo hacía algo malo y mi madre me lo recriminaba era un recurso fácil señalar todo lo que mi hermano había hecho igual de malo o peor, y que quieren que les diga, nunca funcionaba, como voz de la experiencia les recomiendo que cambien de técnica.
También les gusta mucho señalar otros países paradigmas de la vanguardia para que nos sintamos catetos y dejemos de criticarlos. Propinilla de fin de fiesta; a un amigo mío circulando con su bici en Holanda, concretamente en Maastritch, le multó un policía por ir un domingo por una calle desierta y peatonal, el tráfico de bicis estaba prohibido los fines de semana en ciertas zonas y en Holanda, donde la eutanasia y las bicicletas están a la orden del día, la ley se cumple.