Si había algún ingenuo esperando otra cosa, imagino que ya se ha convencido de que no esperando nada es como menos decepciones se lleva uno en esta vida…
Ya con la demora con la que se trató el asunto Panaderos se sabía que la cosa iba a quedar como ha quedado, pues desde el minuto uno nadie sabía nada, nadie había visto nada y se sacudían la culpa de mala manera… Luego vinieron los informes, informes para allá, informes para acá… papel mojado todo.
Entre los Estatutos y la mano amiga de Palacio se preveía que los únicos que saldrían ganando algo son los periodistas morados que encontraron en una Semana Santa en exceso breve, un río revuelto para a su vez, derramar un río de tinta.
Como el tema iba perdiendo fuerza antes de que se asestara el golpe final, un “aquí no ha pasado nada” a la sevillana manera, había un Hermano Mayor dispuesto a que el ambiente no decayera. Me refiero por supuesto a Manolo García a y su nueva Madrugá. Si algún cofrade ha pasado las últimas semanas metido en un bunquer aislado le resumo que el Hermano Mayor de la Macarena expuso, como idea lanzada al aire, que si tantos problemas hay en la Madrugá, el está dispuesto a que su cofradía discurra la noche del Miércoles al Jueves Santo.
Este razonamiento bizarro que lleva a una idea poco menos que surreal, animó bastante un panorama cofradiero que nunca recibe con desprecio unas declaraciones rocambolescas. Lo peor es que no se vayan a creer que es el único que piensa así, solo con leer los comentarios a la noticia puede verse como muchos de sus hermanos no piensan que sea una locura ese planteamiento.
Por mí son libres de lo que quieran. Yo es que ya tengo muchas manías a mi edad y los Miércoles Santos soy partidaria de ver el Cristo de Burgos a la recogida e irme pronto a casa, lo que quieran hacer que lo hagan, pero los Jueves Santos las mantillas tenemos que madrugar y no podemos dedicar la “madrugá” a otros menesteres.
Al menos todo el mundo parece conforme con la lista de destinos pastorales. Es un reparto en que nadie pierde aunque no todos ganan lo que pretendían. En la hermandad de Los Sastres sinceramente no nos quejamos, ya nos tocaba…