No es que me vaya a poner a cantar por ‘la Pantoja’, líbreme el cielo de semejante cosa, pero sí quiero confesar algo que en estos tiempos que corren es una increíble rareza: yo no tengo twiter.

Vivo rodeada de twiteros, mi madre tiene, mi hermano también, al igual que la mayoría de mis amigos, incluso a alguno de estos deberían quitarles la cuenta, pero por raro que parezca, yo no me he sumado a la comunidad del pajarito…

Y no es que tenga algo contra esta red social, nada de eso. Me parece interesante el compendio de información y miscelania que se agrupa en el sistema de ‘microbloguin’, pero es que, sinceramente, me engancho rápido a todo, y sé que si me abriera una cuenta, sería una adicta, una compulsiva que no pararía de twitear en todo el día.  Tal vez esa sea mi contribución a la evolución del hombre, negarme a la tentación en lugar de lanzarme de cabeza a ella.

Ya todos los de mi entorno consideran antiguas las noticias. Todo lleva twiteado horas cuando sale en cualquier medio. De hecho, todos los telediarios echan mano del citado twiter, todos los programas de radio están incorporando una sección al respecto, el pajarito pía y pía por todas partes, y en realidad, me sorprende a mí misma el hecho de que  permanezca fuera de esto aún.

Evidentemente, no vivo en la Luna. Más o menos estoy al día de los ‘trending topic’, los ‘hastag’  y todo eso. Como ya he dicho, vivo rodeada de twiteros; de hecho, tal vez ésa sea la clave. Al fin y al cabo, todo lo interesante que se cuece por esas redes ya me llega. Mi madre se pasa el día hablando de actores o periodistas que parece que le hablan a ella por como lo cuenta, y todos mis amigos me ponen al día de las chorradas más divertidas…

Total, que tengo una saturación, que salvo el hecho de twitear yo mis propias paridas, no echo de menos nada, no me siento privada de nada sustancial, salvo de hacer alguna pregunta al mejor columnista de este país, bajo mi punto de vista, Arturo Pérez-Reverte, que a veces, con paciencia de santo responde durante horas a sus seguidores. Pero, lo dicho, tal vez sea esa saturación de twiter la que me deja quedarme un poco al margen.

Al fin y al cabo, si quieren un columnista twitero de renombre, miren a la ventanita de esta sección los viernes y pinchen aquí para más información.

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Técnica Superior en Integración Social, Graduada en Trabajo Social, Especialista Universitaria en Mediación, Máster Oficial en Género e Igualdad. Actualmente Doctoranda en CC. Sociales; investigadora...