Al PSOE se le nota que está incómodo en la Comisión de Investigación y ayer dejó pasar la oportunidad de demostrar que tiene verdadero interés en esclarecer las responsabilidades políticas del escándalo de los ERE.
No se esperaba mucho de la Comisión de Investigación de los ERE iniciada ayer en el Parlamento de Andalucía, pero si el principal grupo político afectado por el caso, por “respeto al derecho de los comparecientes de no declarar” ni siquiera realiza sus preguntas “para pasarlas por escrito”, las expectativas, bajas al inicio, quedan reducidas a cenizas. Cuestiones que por cierto, más tarde distribuyó a los medios, pero que no dirigió a los comparecientes durante su turno de preguntas.
Sin embargo el presidente de la Comisión, Ignacio García, fue tajante recordando que la Comisión acordó que se basara “en la oralidad” rechazando el argumento del PSOE de trasladar sus cuestiones por escrito.
Ante esto la decisión del grupo socialista de no preguntar, pierde el escaso soporte argumental que pudiera tener. IU y PP realizaron las cuestiones, guardando al menos las formas. Pero si hay un grupo parlamentario que debe en este momento dar ejemplo de transparencia y persecución de la verdad, y soltar lastre, es el socialista. Y al final todo quedó en nada.
Acierto sin embargo del PSOE, ha sido crear un blog en el que explica detalladamente su labor, posición y decisiones dentro de la Comisión de Investigación. Sin embargo, vuelve a chirriar que sea un blog genérico, con el nombre de la partida presupuestaria de las ayudas –la 31L- en una plataforma gratuita, y sin ningún tipo de vínculo con los canales oficiales del PSOE andaluz. Es como si quisiera defender su labor en la comisión pero con la boca chica y a regañadientes.
Torpeza por tanto la socialista, que tiene en su mano una Comisión de Investigación, la primera en 17 años, para redimirse buscando la responsabilidad del mayor escándalo político de Andalucía en décadas. De limpiar su imagen, y de demostrar que no está en la Comisión por imposición de Izquierda Unida para pactar en la Junta. Pero no fue esa la sensación que se dio.
De otro lado tampoco acaba de comprenderse bien la postura de los comparecientes, que haciendo uso de su legítimo derecho, decidieron no responder por estar inmersos en la causa legal que investiga la jueza Alaya. Pero –y como ciudadano me pregunto- si vas a responder con la verdad por delante, ¿cuál es el temor si las respuestas serán –o eso se presupone- las mismas que emplearán ante la justicia?
Y todo esto en sólo el primero de los días previstos para comparecencias. Aún quedan muchas horas para que IU, PP y sobre todo PSOE dejen claras sus posiciones.