En un momento en el que la contención del gasto de las administraciones públicas debe ser una máxima inexpugnable, no está la situación como para andar desperdiciando oportunidades de inversión privada que a coste cero para el ciudadano recuperen espacios olvidados o creen nuevas infraestructuras.

 Un grupo de inversores de origen hebreo, llegados de la mano de José Luis Sáez, presidente de la Federación española de baloncesto, pretendían construir un pabellón multiusos en la Cartuja que no solo serviría para albergar la Copa del Mundo de baloncesto de 2014, sino que acogería eventos multidisciplinares como conciertos, congresos o actividades deportivas. La ineptitud política, eternas guerras partidistas y la premura de tiempo hicieron que el proyecto quedase en nada.

La Caixa estaba decidida a establecer en las Reales Atarazanas, un espacio social y cultural que, con éxito, desarrolla en otras ciudades, el CaixaForum. El Ayuntamiento culpa a la Junta de Andalucía de no modificar el PGOU para que se pudiese ejecutar el proyecto, la Junta afirma no haber recibido petición alguna del Pleno del Ayuntamiento. Se celebra de nuevo un partido de tenis, no del torneo ATP 250 que iba a traer Zoido, sino entre éste y la Junta, peloteos entre la Plaza Nueva y San Telmo que acaban con una nueva derrota de la ciudad de Sevilla. Se aleja una inversión de 25 millones de euros y trasladan el espacio cultural a la Torre Pelli. Menos mal que no la tumbaron.

Para Zoido, parece una derrota dulce que pretender vender como un éxito porque el centro cultural no se lo han llevado a Málaga. Y Curro Pérez, teniente de Alcalde de Triana, se apunta el tanto anunciando por twitter que “Triana tendrá un Caixaforum, primer barrio de España y con un centro cultural de excelencia”, como si los otros seis que ya funcionan estuviesen en medio del campo. Sigamos mirándonos el ombligo, que así nos va.

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