En 2010 se vivió como un acontecimiento de gran alegría, pero también de justicia y merecimiento, la declaración del flamenco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por parte de la Unesco. Quizá la única sorpresa para muchos al escuchar la noticia fue pensar cómo era posible que esa declaración no hubiera llegado mucho antes. Eso al menos debieron de preguntarse muchos artistas y aficionados de este arte en Andalucía y en Sevilla. Y es que no son pocos los municipios en los que el flamenco está presente en la vida diaria de sus ciudadanos y en su actividad cultural a lo largo del año con diferentes iniciativas. Uno de esos municipios es Mairena del Alcor, que el pasado fin de semana del 2 y 3 de septiembre celebró su LVI Festival del Cante Jondo, un acontecimiento que, en palabras de su alcalde, Ricardo Sánchez Antúnez, “supone siempre la oportunidad de renovar, tras más de medio siglo, el compromiso de un pueblo como Mairena del Alcor, que es una referencia incontestable en el mundo del flamenco, en la defensa y divulgación de su patrimonio cultural”. Y añadía: “Esa oportunidad que menciono no la tomamos como un acto anual rutinario, sino que la afrontamos como un reto a seguir mejorando para llegar a conseguir la máxima difusión de ese legado cultural”. Este festival, organizado por la Delegación de Cultura del propio Ayuntamiento de Mairena, con el apoyo de la Diputación Provincial de Sevilla y del Instituto Andaluz del Flamenco, se ha mantenido en la programación cultural del municipio durante cincuenta y seis años, aunque adaptándose en su formato sin perder nunca su esencia. “El Ayuntamiento desde hace seis años ha consolidado un formato de una semana de actividades en torno al flamenco en sustitución de la fórmula tradicional de concurso y festival. Este año hemos mantenido la inclusión de acciones formativas a través de clases magistrales que iniciamos el año pasado (en esta edición hemos contado con una masterclass de Farruquito y otra del cantaor Miguel Ortega) y hemos incluido un espectáculo infantil flamenco, El aprendiz, de la compañía de José Galán, que es una actividad además encuadrada en un ciclo didáctico del flamenco en los colegios de nuestra localidad llamado Al cante en la escuela”. En la unión inquebrantable entre Mairena del Alcor y el flamenco hay un nombre propio al que la localidad “le debe mucho”, según indicaba el alcalde, aunque aseguraba que esa deuda la mantiene también todo el mundo flamenco en general y la cultura de toda España. Como no puede ser de otra manera, se refería el primer edil a Antonio Mairena. “Una de las metas a las que debemos aspirar en nuestro pueblo y en la que estamos trabajando desde la edad escolar es la conciencia general del inmenso patrimonio flamenco que nos ha legado Antonio Mairena. No sólo como un cantaor excepcional, sino por su labor en pro de la dignificación del arte flamenco, que ha logrado que se pueda considerar en todos los ámbitos una manifestación cultural del más alto nivel. Mairena del Alcor, obviamente, como localidad natal de esa figura artística simpar, ha sido beneficiada con su renombre”. Mairena del Alcor siempre se ha identificado con los palos más jondos del cante, como la soleá, la seguiriya o las tonás. De hecho en el Festival de Mairena, los artistas suelen meter en su repertorio alguno de estos cantes, y es tradicional el cierre del mismo con una ronda de tonás. “Aunque bien es verdad que nuestro cantaor por excelencia, Antonio Mairena, fuera un intérprete redondo, que abordaba los distintos palos con igual maestría, y que maestros más jóvenes como Calixto Sánchez han destacado en malagueñas, granaínas o en los cantes de Levante”, aclaraba Ricardo Sánchez. Malagueñas, granaínas, Levante… Efectivamente, el flamenco acoge bajo un mismo paraguas artístico a un alto número de territorios. Es, por tanto, un patrimonio inmaterial común a lugares muy diversos, aunque lógicamente son más las similitudes entre lugares cercanos geográficamente. Precisamente, el Ayuntamiento de Mairena del Alcor está trabajando desde hace tiempo en esa línea, como comentaba su alcalde: “El flamenco puede ser un elemento de acercamiento e integración cultural entre diferentes territorios. De hecho, desde Mairena llevamos tiempo trabajando con ese planteamiento, tanto en la realización de la Exaltación de la Saeta, que el año pasado agrupó a Mairena, Jerez, Utrera y Málaga, como en la puesta en marcha de la Asociación Casas Cantaoras de la Baja Andalucía. Esa idea de conjunción y de unión de sinergias de localidades notables en el flamenco es importante para tener un mayor alcance en nuestro objetivo de promoción de este arte nuestro tan singular”.

De Mairena a Morón

La mencionada Asociación Casas Cantaoras de la Baja Andalucía, constituida a finales del año pasado, está integrada por Mairena del Alcor, Lebrija, Morón de la Frontera, Utrera y Jerez de la Frontera. Cuatro municipios sevillanos y uno gaditano unidos por el flamenco en un proyecto de promoción, formación y mantenimiento de un patrimonio cultural común. Poco más de cincuenta kilómetros separan a Mairena del Alcor de Morón de la Frontera, cuya delegada de Cultura, Rosario Andújar, justificaba precisamente la creación de dicha asociación argumentando que “el flamenco es una de las grandes señas de identidad de Andalucía, y en la provincia de Sevilla tiene especial relevancia en zonas como el Bajo Guadalquivir o la Campiña, cuna de grandes artistas flamencos y de los festivales más importantes; por ello, la asociación surge al ser conscientes de todo ello y de la necesidad de unir esfuerzos para promocionar el flamenco hecho en nuestra tierra y mantener vivos nuestros festivales”. Así pues, uno de los objetivos es mantener festivales tan importantes como el Gazpacho Andaluz, “una de las señas de identidad de nuestro pueblo”, cuya última edición, la número cincuenta y uno, se celebró el pasado mes de julio en Morón de la Frontera. Se trata de un festival que, según comentaba la delegada de Cultura, se ha revitalizado en las últimas ediciones. “Hemos hecho una apuesta importante por el flamenco y por nuestro festival sin perder nuestras raíces y mirando al futuro, porque estamos convencidos que la cultura y el flamenco deben ser piezas importantes del desarrollo social y económico de nuestra ciudad”, comentaba Rosario Andújar, quien añadía que “en unos tiempos en los que muchos festivales buscan nuevas fórmulas, en Morón hemos optado por mantener el espíritu de los festivales de verano, celebrándose al aire libre en pleno corazón de la ciudad, en su plaza del Ayuntamiento, y combinando un cartel artístico que mezcla figuras consagradas y nuevos valores”. Morón también tiene nombres propios que han engrandecido su historia de amor con el flamenco. Este año, sin ir más lejos, el Gazpacho Andaluz ha estado dedicado a la memoria de José Menese, fallecido en 2016. Aunque nació en La Puebla de Cazalla, su relación con Morón, y en concreto con el Gazpacho, viene de muy lejos, desde su participación en la segunda edición del festival. “El cante de Menese y el Gazpacho de Morón han vivido noches inolvidables, desde su primera aparición en 1964 hasta la última en 2008, en la edición que conmemoraba el centenario del nacimiento de Diego del Gastor. Noches que guardan todos los aficionados en la memoria”, señalaba la delegada de Cultura. Precisamente, Rosario Andújar nombraba a otro artista flamenco muy importante en Morón, como fue Diego del Gastor, “cuyo nombre siempre estará ligado a Morón y al Gazpacho, y cuyo legado está aún muy visible en el flamenco que se hace en nuestro pueblo”. “El flamenco en Morón es sobre todo guitarra. El ‘toque de Morón’ y la figura del gran Diego del Gastor son conocidos en todo el mundo. El toque de Diego, esas falsetas que caracterizan y hacen reconocible en cualquier lugar del mundo el toque de Morón, sigue vivo en el festival. Y ahora el Ayuntamiento se ha planteado el reto de organizar el I Concurso Internacional de Guitarra Flamenca Diego del Gastor”, explicaba. Por todo ello, la responsable de Cultura del Consistorio moronense subrayaba el interés de abrir el Gazpacho Andaluz en primer lugar a los artistas locales. “El Gazpacho no se podría entender sin la aportación de los artistas de Morón. Además, una de las claves de nuestro festival siempre ha sido mostrar al mundo el flamenco que se hace en Morón y cómo se entiende el flamenco desde nuestro pueblo. Por ello, prácticamente en todas las ediciones, desde sus inicios, los artistas de Morón han formado parte del elenco artístico del Gazpacho. En las últimas ediciones esto se ha hecho aún más patente, ya que una parte del festival ha estado dedicada a los artistas locales. Los aficionados al flamenco conocen la importancia de Morón en el flamenco y conocen y valoran a sus artistas, tanto a los que ya no están como a las nuevas figuras”.

Futuras generaciones

Mairena del Alcor y Morón de la Frontera son dos ejemplos muy válidos del interés existente en los municipios sevillanos y andaluces por no perder la tradición del flamenco. Y eso sólo se conseguirá si los más jóvenes sienten y viven el flamenco como algo propio. Ambos municipios llevan a cabo actividades para que el gusanillo de este arte tan nuestro le entre a quienes habrán de convertirse en los nuevos artistas y aficionados con el paso de los años. Así, el alcalde de Mairena comentaba: “Hay dos relevos generacionales importantes: el del público y el de los artistas. Referente al primero, existe la actividad formativa ya comentada que se realiza desde el año pasado en los colegios de educación primaria maireneros para fomentar una iniciación al flamenco desde la edad temprana. Además, con la iniciativa Flamenkedada, previa a la programación del Festival del Cante Jondo, estamos trabajando en el objetivo de acercar a cada vez más público joven al mismo y al flamenco en general. En cuanto a los artistas, Mairena cuenta con una buena cantera con varios nombres propios, acaparando además numerosos premios a lo largo de toda la geografía andaluza: Antonio Ortega, Juan de Mairena, José y Jesús León, Paco Morillo, Carlos Guillén, José Manuel Castillo, Juan Antonio Ramírez o Jesús Rodríguez como guitarrista, siendo Manuel Domínguez Castulo quien está proyectando más como cantaor una carrera artística en solitario, sobre todo a raíz de la concesión del premio nacional de Córdoba”. Por su parte, Rosario Andújar hablaba acerca de las escuelas de formación que el Ayuntamiento de Morón ofrece a los jóvenes: “Los talleres municipales de Guitarra Flamenca y Baile Flamenco cuentan con más de un centenar de alumnos cada uno, y en las próximas ediciones queremos ampliar a un tercer taller, en esta ocasión de Cante Flamenco. Además, el Gazpacho da la oportunidad a los alumnos más destacados durante el curso de actuar en el festival, lo que sirve también para revalorizar nuestras escuelas. Creemos que el futuro del flamenco hecho en Morón está garantizado, no sólo con las escuelas municipales, sino también a través de un buen número de jóvenes artistas que están despuntando en el panorama flamenco nacional”.

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