La visita del Gran Poder a Tres Barrios en la Misión Evangelizadora que ha protagonizado ha sido mucho más que un evento cofrade extraordinario. La llegada del Señor ha logrado trasladar el centro de la capital hispalense para dar a conocer una realidad social necesaria de atención, y romper estigmas y prejuicios que el sevillano tenía sobre estos barrios.

Esta Misión ha logrado poner nombre y apellidos a las personas que habitan y hacen su día a día. Ha mostrado la diversidad étnica y religiosa, a la realidad de la inmigración y el reto que supone a nivel personal dejar atrás a una familia y a un país de origen en busca de la prosperidad.

Pero sin duda la faceta que más ha mostrado es lo humilde y trabajadora que es su gente, que no ha dudado en demandar a los que mandan lo que estos barrios realmente necesitan. Estos son los rostros que ha dejado la Misión del Señor del Gran Poder en Tres Barrios.

Juan García

Cuatro meses. Este es el tiempo que le ha faltado a Mercedes Robles, madre de Juan García, para ver a su Cristo del Gran Poder al otro lado de la calle. Llamó la atención la estampa de Juan viendo al Señor desde su ventana con una fotografía de su madre. Está es una de la tantas imágenes emocionantes que está dejando la Misión.

Juan García frente a la ventana donde «asomó» a su madre, en la foto que porta, para ver al Gran Poder. Miguel Salvatierra.

«Ella ha vivido siempre por ver al Gran Poder, y hace cuatro meses se nos fue», relata Juan recordando que había aguantado «dos ictus, el covid-19, un marcapasos y una pierna sin movilidad, hasta el día de San Antonio, que falleció».

José y Manuela

Tienen un bar a tan solo 100 metros de una de las parroquias donde estuvo el Señor de Sevilla. Antes solo abría por la mañana. Ahora, con la visita del Gran Poder, y la gente que atrae al barrio de Los Pajaritos, también abre por las tardes. Incluso ha instalado unas mesas altas en la puerta de la plaza de abastos donde atiende a bastante gente al día.

José Castejón y Manuela Franco, propietarios del Bar Macarena, a tan solo 100 metros del Gran Poder / Miguel Salvatierra

«El sábado, cuando llegó el Señor, tenía una cola de gente que no me lo creía. Tuve a cinco personas trabajando ese día», relata Manuela Franco, que, junto a su marido, José Castejón, regentan el pequeño bar Macarena donde atienden, sobre todo «a las personas mayores del barrio», dando desayunos.

Yihad Sarasúa

El Señor del Gran Poder dentro de una mezquita. Esta es la petición que elevó Yihad Sarasúa, imán de la Mezquita Ishbilia, junto al Parque Amate, a los párrocos de la Blanca Paloma y la Candelaria. Esta petición entra dentro del acercamiento de la comunidad musulmana a las parroquias de Tres Barrios en esta Misión Evangelizadora que está protagonizando el Señor.

Yihad Sarasúa rezando el Corán en el interior de la Mezquita Ishbilia. Miguel Salvatierra.

Esta petición la realizó el propio Yihad en su visita a la parroquia de la Blanca Paloma cuando el Gran Poder llegó. «Fui a felicitar al párroco por la espiritualidad y efervescencia que también nos contagia. Le dije que si tenía a bien traerse al Gran Poder a la mezquita estaríamos encantados», cuenta Yihad en una mezquita que se encuentra en un local situado en un pasaje comercial de la calle Carlos Marx.

Salvador Muñiz

Salvador Muñiz Román tiene 47 años y es vecino de La Candelaria. Trabaja en Lipasam desde hace casi 27 y hace tres donó uno de sus riñones a su mujer, Carmen María Álvarez López. Tiene tres hijos, y el menor de ellos de once años, tiene un trastorno de espectro autista, con hiperactividad y un grave problema de lenguaje.

Salvador Muñiz, trabajador de Lipasam y vecino de La Candelaria que mantiene limpio el barrio y el entorno de la parroquia. Miguel Salvatierra.

Fue el encargado de mantener limpio el entorno de la parroquia de La Candelaria, la segunda de las que visitará el Señor del Gran Poder en la Misión Evangelizadora que viene realizando en Tres Barrios. «Mi jefe sabía que vivo aquí y me ha encomendado que las calles estén impolutas mientras el Señor esté aquí», cuenta ilusionado mientras continúa barriendo la acera frente a la parroquia.

Clotilde Yelkouni

La inmigración es una realidad palpable en las barriadas que componen Tres Barrios. Personas procedentes de Latinoamérica y África conviven con sevillanos, componiendo una variedad multicultural que enriquece una de las zonas más desfavorecidas de la ciudad.

Clotilde y su puesto en el patio de la parroquia de La Candelaria. Miguel Salvatierra

Entre esa variedad multicultural, se encuentra Clotilde Yelkouni. Esta mujer llegó a España, y al barrio de La Candelaria hace ya 12 años en busca de un futuro más próspero. Comenzó trabajando como asistenta del hogar, pero una enfermedad genética relacionada con la sangre muy común en África, la drepanocitosis, le impidió continuar con su desempeño laboral.

Jesús y Manuel

La Misión Evangelizadora que ha llevado al Señor del Gran Poder a Tres Barrios no se ha limitado a esta zona de la ciudad. Su ámbito de actuación ha trascendido a otros barrios, también desfavorecidos, como es el caso del Polígono Sur.

Manuel y Jesús se están ganando la vida vendiendo calendarios del Señor en Tres Barrios. Miguel Salvatierra.

Dos jóvenes de las Tres Mil Viviendas han visto aumentar sus precarios ingresos al vender calendarios y almanaques del Señor de Gran Poder. Se trata Jesús Cruz, de 27 años y con un niño de tres, que junto a su sobrino Manuel Moreno, de 22 años, llevan tres semanas vendiendo este merchandising que una empresa especializada les proporciona en las tres parroquias donde ha estado el Señor. Antes aparcaban coches, sacando mucho menos dinero que con la visita del Señor.

Estos son los rostros que la visita del Gran Poder a Los Pajaritos, La Candelaria y Santa Teresa ha sacado a la luz. Los rostros del abandono de las administraciones y de la muestra de que estos barrios son muchísimo más que tiroteos y drogas. La muestra de que hay otra Sevilla que también merece ser conocida.

El Señor ya ha regresado a su Basílica, pero esas personas seguirán viviendo su vida en una de las zonas más empobrecidas de España.

Periodista 'todoterreno'. Enamorado del balompié y de sus variantes. Apasionado por conocer. 'El fútbol es la cosa más importante de las menos importantes'. Arrigo Sacchi.