El Sevilla comenzó el partido teniendo que remontar un dos a cero por errores propios, y aunque lo intentó, un penalti fallado por Negredo y un error último de Palop dejan una nueva derrota como balance.

Sara Domínguez. La falta de acierto de cara al gol y los errores de Andrés Palop fueron las claves de la derrota del Sevilla en El Sardinero.

En el minuto 12, Christian adelantaba al conjunto cántabro cuando superaba al portero valenciano en el salto tras un córner, y daba la primera en la frente a un Sevilla que, de nuevo, comenzaría con el marcador en contra y la obligación de tirar de pegada.

Minutos después, Negredo tenía en sus botas cambiar el transcurso del partido, cuando se hace cargo de tirar (y de fallar) un penalti contra el Racing por falta sobre Jesús Navas. De nuevo, el Sevilla y la Ley de Murphy, avalada por el segundo gol de los de Marcelino minutos después: Rakitic en propia puerta, con el balón paseándose delante de un Andrés Palop que no llegó tampoco al rescate.

Minutos antes del descanso, el Racing se quedaba con diez, por una dura falta de Christian sobre Dabo. Eso sí, el conjunto cántabro había estado buscando su 3 a 0, metiendo a sus atacantes entre unos centrales sevillistas que enervan hasta al más plácido aficionado.

Al filo del descanso, Fazio conseguía poner el 2 a 1 en el marcador, después de un buen golpeo de Rakitic a balón parado. Por su parte, Manzano movía ficha desde el banquillo (nunca se ha visto tan rápido al jiennense), cuando sienta a Alexis para dar salida a Luis Fabiano. Un par de ocasiones del Sevilla dejaban el partido abierto para la segunda parte.

Hubo partido sí, sobre todo para los de Nervión. El Sevilla la tuvo de todos los colores provenientes sobre todo de la banda de Jesús Navas, que hoy sí estuvo bien. Pero nada. Los centrales del Racing anduvieron muy concentrados, y cuando no fueron ellos fue el palo o los disparos a las nubes. Al Sevilla no le salía cuando estaba mereciendo tener su épica remontada.

Lo primero eso sí, era el empate, que vino cuando Luis Fabiano sí manda a las mallas un penalti tras una entrada horrible sobre Diego Capel. Tres minutos, los del descuento, le quedaban al Sevilla para conseguir los tres puntos, y muy poco previsible era que se fuera a quedar sin ninguno.

Pero aquí está otra vez la Ley de Murphy, rebautizada ya en el club como Ley de Palop. El meta valenciano se quedó diciéndole ‘adiós’ al balón, cuando Arana se marcó una gran vaselina que superaba su salida en falso.

Si lo de El Sardinero era obligación de ganar, la derrota trae la palabra ‘crisis’ a la entidad de Nervión. El objetivo está alejadísimo, a catorce puntos, y aún tiene que jugar el Villarreal. El cuarto puesto que ostentan los amarillos parece ahora un toro miura para los de Nervión.

www.SevillaActualidad.com