Palop no podrá jugar la vuelta de las semifinales de Copa en Madrid/SevillaFC

Desinflado y desaparecido en la primera mitad, a la heroica en la segunda con un jugador menos y Negredo liderando. Tuvo de todo el partido. También, cómo no, polémica arbitral. Total, que un punto y gracias.

Sara Domínguez. Con tres bajas importantes y una alineación rara, especialmente en la zona ancha, ocupada por Renato y Fazio, después de mucho tiempo sin jugar. Así salía al césped de Riazor un Sevilla que no se encontró hasta bien entrado el partido.

El asedio del Depor no se hizo esperar, y dio sus frutos cuando Lassad, desde fuera del área, tira un disparo directo a las mallas dejando KO a Andrés Palop. ¿Desaplicación defensiva? Mucho pedir lo contrario, teniendo en cuenta que el Sevilla ni siquiera había aparecido.

Excepto algunos atisbos infructuosos, las dudas eran abundantes al descanso. Aquello necesitaba un meneón que cambiase la falta de intensidad, la previsibilidad y la lentitud que ponían todas las miradas en Gregorio Manzano.

El técnico, tardando menos de lo habitual (que es mucho) en hacer los cambios, cambió a Acosta por Alfaro poco después de la reanudación. Pero el cambio clave en el rumbo del partido para el Sevilla vino cuando se quedó con diez.

Palop, que salió a recoger el balón con las manos a la media luna, hizo la faena (o no, visto lo visto) y se llevó una roja directa que le dejará sin jugar en el Bernabéu. Salía entonces Varas, y este obligaba a sentarse a Diego Capel. Poco después, Lassad hacía el segundo para el Depor, y con un 2 a 0 y diez jugadores la situación se le ponía al Sevilla más que cuesta arriba.

Pero llegó el primero para los de Nervión, de Negredo, tras un rechace y solo ante la portería, y con minutos por delante para buscar, al menos, el empate.

Y vino, sí, cinco minutos después y gracias a Escudé, atento a un rechace tras una falta muy bien sacada por Luis Fabiano. Tenía su mérito ya y no iba a ser lo último.

Negredo (gran partido) pondría el tercero para el Sevilla, con un golazo cruzado que se coló en la portería de Aranzubia. Ya se cantaba la victoria, con épica remontada, cuando marca Laure, y Ayza Gámez lo da por válido, haciendo caso omiso del tiesísimo banderín de su linier. Total, que 3 a 3.

Teniendo en cuenta lo atragantados que resultan los partidos de fuera, y que se remontó un partido con diez jugadores y un 2 a 0, el punto no debería saber a poco. Pero claro, otra vez los árbitros se empeñan en tener su dosis de protagonismo, y vuelven a perjudicar los intereses del Sevilla. La decisión del colegiado fue acertada porque no fue fuera de juego, lo que no quita las pertinentes cuestiones: ¿estaba tan bien situado como para verlo perfectamente y contradecir a su linier?, ¿cuántas veces un árbitro ha hecho caso omiso a un banderín alzado (incluso con los descabelladas que han sido algunas decisiones)?, ¿es el linier el culpable, que despista a los jugadores con un claro error? En fin, más polémica.

Eso sí, que no sirva lo del árbitro de cortina de humo, que son parámetros incontrolables. La gran pregunta debería ser dónde estuvo el Sevilla durante gran parte del partido.

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