Sin tiempo para cambiar demasiadas cosas en lo táctico, Joaquín Caparrós se agarraba a lo anímico para devolver al equipo al camino de las victorias y lo consiguió a la primera. En un partido trabajado y de mucha igualdad, los sevillistas mantuvieron la ventaja mínima hasta el final para sacar los tres puntos y dormir esta noche de nuevo en posiciones europeas.

Tres puntos, por fin, de nuevo. El Sevilla FC ha hecho los deberes en el redebut de Joaquín Caparrós y ha sacado tres puntos más que vitales en Nervión ante una Real Sociedad que nunca se vio fuera del partido. En un partido igualado que se pudo abrir mucho antes, el tanto de la victoria llegó nada más comenzar la segunda parte con un penalti de Llorente sobre Sandro que Banega convirtió en la única diana del encuentro. Aunque tocó sufrir, fajarse y mostrar ese espíritu y esa garra que parecían perdidos, los tres puntos se quedaron en casa para obligar al Getafe a ganar este domingo en Las Palmas para arrebatarle al Sevilla su posición europea.

Salió volcado el Sevilla, escenificando esa garra que se empeñó en recuperar Caparrós nada más poner un pie en el Ramón Sánchez-Pizjuán. De hecho en los primeros minutos todo se jugó en campo realista, con los locales muy activos por las bandas y un centro del campo que adelantaba la presión asfixiando a su rival. A los siete minutos ya tuvo la primera Sarabia con un disparo lejano, pero poco después llegaba una aún más clara con una internada en el área que acabó en vaselina infructuosa tras la salida de Moyá. Eran los mejores minutos de los de Nervión, que recibían la aprobación de su público mientras esperaban el primer gol. Sin embargo, esa intensidad era imposible de mantener durante 90 minutos y de hecho poco a poco los vascos fueron recuperando terreno.

Intentando robar y salir con rapidez, los de Alguacil avisaron pasado el cuarto de hora con un cabezazo alto de Januzaj a balón parado. Sin embargo, el que más cerca estuvo de poner el 0-1 fue Oyarzabal tras una jugada personal y un remate a la media vuelta que por suerte salió demasiado centrado como para inquietar a David Soria. Para entonces las revoluciones del encuentro habían bajado mucho, obligando por momentos a la grada a espolear a los suyos para que se volviesen a acercar a lo visto en el inicio. Y parece que dio resultado, pues al borde del descanso llegó un nuevo arreón sevillista que sin duda mereció que se estrenase el marcador. Sandro, casi a bocajarro y a pase de Banega, remató picado y obligó a Moyá a tirar de reflejos para despejar a córner.

Por suerte la segunda mitad no pudo empezar de mejor manera. Balón en profundidad para Sandro, que escorado a la izquierda es derribado por Llorente en el lateral del área. Penalti que no protestaron los guipuzcoanos y que Banega aprovechó para mandarla muy ajustada al palo derecho de Moyá y convertir el 1-0. Se cambiaba de escenario y la Real Sociedad se veía obligada a arriesgar y dejar más espacios. Volvía la presión adelantada y así pudo llegar el segundo en el siete de la reanudación. Contra lanzada por Banega, que abre a la izquierda para Sandro y el canario le pega con mucha rosca obligando a Moyá a lucirse para mandarla a córner. Seguían los de Caparrós centrados en matar el partido con un segundo gol, pero el paso de los minutos hizo pensar que también se podía ganar de otra forma.

El utrerano sacó del terreno de juego a los cansados Nolito y Roque Mesa para ganar en piernas con la salida de Correa y Geis. Y aunque la Real Sociedad no llegó a tener una oportunidad clara más entre los tres palos, el balón se hizo visitante y eso obligó a los sevillistas a fajarse más que nunca para evitar problemas. En otro robo en campo contrario y tras otra acción inteligente de Sandro, de lo mejor del equipo en la noche de hoy, Sarabia tuvo nuevamente el segundo, pero si lanzamiento a la desesperada se fue demasiado alto. De ahí al final tensión, el cambio de Franco Vázquez por Sarabia, e intentos baldíos de la Real Sociedad para sacar algo de provecho en los minutos decisivos. Por suerte, no hubo que lamentar nada en ese descuento y el Sevilla se reencuentra con el triunfo en LaLiga Santander diez jornadas más tarde.

Duermen por tanto los de Caparrós en posiciones europeas antes de que se complete la jornada, aunque sólo podría arrebatárselo un Getafe que el domingo visita a una UD Las Palmas ya matemáticamente descendida. Y aunque el resto de rivales no volverá a jugar hasta siete días más tarde, los sevillistas tendrán que recibir el miércoles al Real Madrid en el Ramón Sánchez-Pizjuán. Un partido extra que podría permitir depender nuevamente de sí mismos a los blanquirrojos, aunque todo pase, antes del derbi, por derrotar al flamante finalista de la Liga de Campeones.