Mel: «No se puede luchar contra los elementos»

Las importantes ausencias de Emaná, Iriney, Nacho y Goitia lastraron al Betis en el partido de ida de los octavos de final de la Copa del Rey.

Sevilla Actualidad/Agencias. El Benito Villamarín se presentaba en buenas condiciones, a pesar de las lluvias caídas durante todo el día en Sevilla, pero lo que iba a contrapesar a los de Pepe Mel serían las importantes bajas que llevaba para el partido. Las más importantes las de Emaná, el motor del equipo, e Iriney.

Un infortunio en el área bética, con despejes y remates de por medio, originó el primer gol del partido, que culminó Miau en el minuto 26 (0-1). Este tanto que adelantaba a los azulones afectó al conjunto local permitiendo a los visitantes que se hicieran dueños del partido. De este dominio precisamente vino el 0-2, tan solo diez minutos después. Ríos, con un disparo desde fuera del área, aumentó la ventaja para el Getafe.

Con diferente actitud salió el Betis y disfrutó de varias acciones de peligro en la segunda parte. Pero ni Jorge Molina, en jugada personal en el área con disparo al exterior de la red del meta Ustari; luego Isidoro, en remate de cabeza; y Salva Sevilla, en una falta que Ustari desvió por encima del larguero a córner, acertaron para reducir pronto la distancia.

El encargado de hacerlo fue el máximo goleador de la Segunda División, Jorge Molina, al transformar un penalti (1-2) que protagonizó el canterano Ezequiel.

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