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Lo de mañana para él es una final, e invita a «quedarse en casa» a quien no vaya a animar. El costamarfileño cree además que «con estos jugadores, uno a uno, hay nivel para disputar la Champions, pero no como conjunto».

Sara Domínguez/Sevilla Actualidad. Primeras declaraciones de Romaric después de su falta disciplinaria en Barcelona, y justo antes de otra final sevillista. Así lo considera él: «es mi segunda final con el Sevilla, tras la Copa. Es un partido para apoyar hasta el último minuto. Quien no vaya a animar, que se quede en casa», dice el mediocentro en una entrevista que hoy publica Estadio Deportivo. Romaric reconoce la pasión de los Biris, que «no dejaron de cantar durante todo el partido, pero el resto no».

Muy sincero se ha mostrado el marfileño en cuanto a los problemas que, a su juicio, tiene el equipo. «No podemos jugar un partido siendo tan blandos atrás. Tenemos que ser más consistentes y eso se hace desde la delantera hasta el portero», dice. Añade además que en el equipo a quien tiene miedo, «quizá a perder el balón».

Sabe que su parcela es la más criticada del campo, pero no cree que el problema sea traer nuevos jugadores. «El problema está en que no defendemos bien. En el centro del campo hay cuatro jugadores normalmente, no sólo los dos mediocentros. Los extremos tienen que ayudar. El problema es que el equipo que nos opone un ‘trivote’, se lleva el partido. Son superiores en numéro y los dos mediocentros no bastamos. Así estamos muertos». Opina que Kanouté no puede estar defendiendo todo el partido». Resumiendo, «el problema es de mentalidad».

Romaric estima la valentía de los entrenadores. Se acuerda de Mourinho, de quien dice que «le parece bien lo que hizo con Pedro León o con Canales». Si no defendían… También, por supuesto, menciona a los suyos: «Álvarez me decía ‘Roma, sal a calentar’ y, cuando escuchaba pitos, decía: ‘Roma, al banquillo; José Carlos, sal a calentar'».

Después de haber estado en el ojo del huracán, confirma que no salió del hotel, que solo pasó por la habitación de unos familiares. Es falta de disciplina, sí, pero afirma que el entrenador «no le dio más importancia».

¿Irse del Sevilla? De momento, le quedan dos años de contrato y no lo tiene pensado, ha dicho a Estadio Deportivo.

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