El Sevilla celebra el pase a la final de la Copa del Rey / SFC
El Sevilla vuelve a la versión más fiable y no le falla a toda su gente para volver a meterse en una final copera. Primero Correa y ya como broche Franco Vázquez, hicieron los tantos ante un Leganés que empujó mucho pero que no fue capaz de inquietar la meta sevillista. El 21 de abril, otra fiesta del fútbol ante FC Barcelona o Valencia CF

No era la primera vez, ni mucho menos, que se encontraba en una situación así. Al contrario que su rival, un Leganés ante la oportunidad de su historia, el Sevilla FC sabía que se encontraba a 90 minutos de una final y no había opción de dejarla escapar. Con el partido controlado pese a las ganas de un incisivo Leganés, el equipo supo hacer el partido que necesitaba para no pasar más apuros de los necesarios. Ninguno era imposible, puese pese al gol de Correa muy pronto, los pepineros estaban a sólo un gol de la prórroga. Pero ya al final, cuando a los de Garitano sólo les valía irse arriba pero les fallaban las fuerzas, el equipo supo leer el juego y supo matar la eliminatoria a la contra, con un gol de Franco Vázquez por toda la escuadra.

No estaba dispuesto Montella a que el partido se convirtiera nada más comenzar en un toma y daca. Buscó más control y lo consiguió a través de la posesión. Aunque un oportunista Beauvue la tuvo a los tres de juego, a partir de ahí el Leganés tuvo que concentrarse en mantener a raya las rápidas transiciones nervionenses, con Banega y Franco Vázquez surtiendo de balones a los de arriba. El primer aviso local fue al cuarto de hora y no hubo tiempo para simulacros. Entrada por la derecha de Muriel, que se cuela por línea de fondo y la pone en el segundo palo, donde Correa no falla y bate a Champagne para el 1-0. Fundamental mandar para dentro la primera de la noche ante un Leganés que decidió evitar una mayor renta en contra en los siguientes minutos.

Es cierto, eso sí, que conforme iba aproximándose el descanso el equipo pepinero soltó algo de lastre y se fue a por la meta de Sergio Rico con la incisiva subida de sus laterales, sobre todo Tito por la derecha. A la media hora probó suerte Gabriel con un disparo lejano que atrapó Rico, mientras que de nuevo Beauvue, ya a diez para el intermedio, lo intentó con un testarazo que se marchó alto. Con el Leganés tan incisivo habría opciones a la espalda de sus zagueros y así pudo llegar el segundo. En un nuevo acto de fe de Muriel, esta vez por la izquierda, el colombiano la puso al punto de penalti. No llegó Sarabia pero sí Banega, que remató pero un defensa la sacó bajo los palos. También casi cuando se colaba lo intentó Escudero, pero su cabezazo bombeado se quedó a las puertas de ser el segundo cuando el colegiado ya casi miraba su cronómetro.

Obviamente el partido se leía en clave de eliminatoria y el Leganés estaba sobre todo centrado en que no se le acabaran las opciones demasiado pronto. Con Amrabat prácticamente desquiciado por Jesús Navas en la derecha, las principales opciones madrileñas eran a balón parado y con pelotas colgadas ante las que Sergio Rico reaccionó a la perfección. El partido fue ganando en intensidad y ahí no perdieron la cara los blancos, con un Banega atento a todos los balones y Nzonzi aliviando en los rechaces aéreos. Como es lógico, el 1-0 no daba para ninguna tranquilidad y los ataques sevillistas se seguían encontrando con Champagne.

Por suerte la iniciativa verde no llegó nunca a ser asedio, porque cada pérdida de balón era una oportunidad de oro para el Sevilla. En una de esas contras la tuvo Sarabia, pero el meta supo sacar a córner. Montella dio algo de respiro con la salida de Layún y Sandro, mientras que el último cambio tuvo que llegar de forma obligada. Fue Banega, con unas molestias, el que dejó su sitio a Pizarro para evitar males mayores. Quedaba muy poco y el Sevilla fue inteligente para no sufrir. Además, jugaba en campo contrario los minutos decisivos y en esas llegó la tranquilidad. Contra, balón aéreo que baja Sandro y asiste a Franco Vázquez, que le pega con todo y la pone arriba imposible para Champagne. Delirio en un Nervión que ya se veía en la final.

No había tiempo para que se escapara y el pitido final dejó sitio al grito de alivio que significa una nueva final, sólo dos años después de la última en el Vicente Calderón ante el FC Barcelona. Está por confirmar si el rival será el mismo que en aquella ocasión o si será el Valencia el que sepa darle la vuelta mañana al 1-0 de la ida en el Camp Nou. En cualquier caso, la Copa del Rey queda aparcada hasta el próximo 21 de abril, sábado de Feria, cuando el sevillismo vuelva a conquistar una nueva ciudad buscando su sexto entorchado en la competición del K.O.