La victoria permite a los de Nervión depender de ellos mismos/Uefa.com

Primera parte, mejor. Segunda, ‘off’. Con un córner botado por Perotti y la cabeza del siempre oportuno Kanouté, el Sevilla se puso arriba en el marcador en el minuto 38. Los de Nervión se llevan así la victoria y evitan las cábalas.

 

Sara Domínguez. Comenzó bien el Sevilla, en comparación, al menos, con el partido en El Molinón. Combinando (aunque con muchas imprecisiones) los de Nervión dominaban, con ataques protagonizados por la dupla Perotti y… Konko. Sí, él.

En la zaga, las escasas taquicardias que podía provocar el Karpaty eran paradas por una bien plantada defensa, destacando especialmente a Martín Cáceres. Fue el otro central, Escudé, el que tuvo la primera ocasión, cuando estalló un potente testarazo en el larguero. El rebote lo recogió Negredo, que tampoco pudo marcar. Era el minuto 8.

En esas, el Karpaty se limitaba a correr tras el balón, con alguna intentona aislada. El 0 a 1 vino a balón parado, cuando Perotti sacó una falta que Kanouté remata de cabeza a las mallas. Antes del descanso, destacaron un par de balones largos del Karpaty, buscando a sus jugadores de arriba. Por suerte, fracasaron.

En la segunda parte, el Sevilla salió con muchas ganas, aunque, visto lo visto después, fue un calentón inicial. Y es que, a partir de ahí, ambos equipos vivieron en el limbo.

Con solo un gol en el marcador, con bajón de intensidad (otra vez) y el Karpaty intentándolo, cualquiera hubiera dicho que el Sevilla iba a sufrir. Pero lo cierto es que, deméritos del otro, el Karpaty no estuvo nada acertado y, todo hay que decirlo, la defensa del Sevilla estuvo atenta (exceptuando una atrapada dudosa por parte de Andrés Palop).

Porque iban ganando y porque hacía un frío intempestivo, el Sevilla terminó pidiendo la hora. Al final, paz y tranquilidad, al menos por ahora. Con 6 puntos, los blanquirrojos son segundos de su grupo, el J, después del PSG, que lidera la clasificación. Era el otro partido de la jornada, y se saldó con empate. El Borussia, con cuatro puntos, es tercero. Los de Manzano depende de ellos mismos en Europa League, resarciéndose así del comienzo de la competición.

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