Asistencia -a Ben Yedder- y golazo de Sarabia para dejar atrás las últimas derrotas y regresar a los puestos europeos, en un partido que mereció sentenciar mucho antes.

Importantísima victoria la de esta noche en casa ante el CD Leganés para el Sevilla FC, que rompió la racha de dos derrotas seguidas en la competición de la regularidad con tres trabajados puntos ante un rocoso equipo madrileño. Ben Yedder abrió la lata casi en la única ocasión de la primera parte, pero fue en la segunda en la que todo se decidió. Aunque en ella fueron muy superiores los sevillistas, todo comenzó con un penalti anotado por Szymanowski que ponía las tablas. Sin embargo, un trallazo de Sarabia desde fuera del área recuperaba la ventaja, que debió acabar siendo mayor pero los muchos acercamientos para sentenciar no llegaron a buen puerto.

El equipo regresaba a casa en busca de ese juego y esos resultados que no había encontrado a domicilio más allá del debut copero. El Leganés, caracterizado por su férrea defensa y su rapidez a la contra, no encontró demasiadas vías en campo rivalpese a que sí logró tocar con peligro. En el otro lado, los sevillistas tenían el balón pero demasiado atrás, sin encontrar vías de penetración para inquietar a la zaga pepinera y a su meta Cuéllar. Más allá de un par de centros laterales sin peligro, los de Berizzo no conseguían inquietar. Sin embargo, en la primera clara llegaba el premio a los veinte minutos. Gran pase interior de Sarabia para desactivar a los centrales y mano a mano de Ben Yedder, que tumba con paciencia a Cuéllar y logra el 1-0.

Lo más complicado parecía hecho y la afición quería que esa tranquilidad se tradujese en el juego, pero fue el Leganés el que reaccionó con algunos acercamientos tras el tanto. Poco a poco se aplacaron los impulsos de los de Garitano, que tenían en el insistente Amrabat a su mejor arma ofensiva. Casi no hubo ocasiones para ampliar el marcador antes de que se llegase al descanso, pero lo que sí se produjo fue la marcha de Correa por lesión, teniendo que salir en su sustitución el sanluqueño Nolito. Se llegaba al intermedio de un partido sin demasiadas alternancias, con el Sevilla bien plantado atrás y certero en la que tuvo, además de un Leganés con más ganas que ideas.

Sin embargo, todo el plan de la primera parte pareció irse al traste casi en la primera jugada de peligro del segundo acto. Symanowski es derribado por un leve empujón de Corchia y el colegiado Medié Jiménez señala un penalti que el propio jugador argentino convierte en el empate. Tocaba volver a empezar, lo que volviendo al escenario del primer tiempo parecía un reto de lo más comprometido. Sin embargo, este gol sí que espoleó a los nervionenses, que la tuvieron con un disparo de Nolito antes de que Sarabia, desde la frontal, le quitara las telarañas al marco de Cuéllar con un zambombazo a la red.

Dominaba ahora sí el equipo nervionense, que tuvo casi la sentencia poco después con un tiro con el empeine de Nolito que acabó en el larguero. El Leganés inquietó más por sensaciones que por otra cosa, pero la situación permitía al Sevilla inquietar a la contra para intentar cerrar el partido. En esas Berizzo dio entrada a Banega para ganar dominio en la medular y poco después a Navas, con idea de hacer aún más peligrosos esos descuelgues arriba. Y a diferencia de lo que pudiera parecer, estuvo mucho más cerca el 3-1 que el empate, con ocasiones más que claras de Banega -por partida doble- y Nzonzi, que no consiguieron acabar con la emoción hasta el final.

Al final, fue suficiente para sumar tres puntos balsámicos para el equipo de Eduardo Berizzo, que este miércoles volverá al Ramón Sánchez-Pizjuán para el importantísimo duelo europeo ante el Spartak de Moscú. Un choque en el que el equipo deberá dar de forma definitiva el portazo a las malas sensaciones de las últimas semanas.