Con las últimas salidas confirmadas (a la de Sergio García sólo le falta darle oficialidad) la plantilla bética se está aligerando a pasos agigantados. Algunos medios de comunicación informan del recelo que los últimos movimientos están produciendo en los administradores de las acciones de FARUSA. Habida cuenta que los antecedentes de los recién llegados a la entidad no inspiran ninguna confianza, es lógico que la afición pida que se mire con lupa cualquier operación que se realice. No me cabe la menor duda de que Gordillo y compañía estarán ojo avizor.

Ismael F. Cabeza. Opinión. Tanto es así que Carlos Bucero, encargado desde la llegada de Luis Oliver de la planificación deportiva y de negociar fichajes y salidas, ha dejado de ejercer sus funciones como tal. En el entorno de Oliver se insiste en que Bucero nunca ha tenido contrato con el Betis. Y yo me pregunto, ¿entonces qué pintaba aquí? Si estaba negociando contratos y se marcha al mes hay que decirlo porque es noticia. A saber si la llegada de los administradores judiciales ha cortado las alas a más de uno y van a empezar a abandonar un barco que tal vez les sea menos rentable a partir de ahora. Y si insisten en que hacernos creer que no se trata de un cese, una dimisión ni nada por el estilo porque no tenía contrato firmado con la entidad, ¿entonces qué pintaba ese hombre aquí? ¿Quién ha pagado su estancia aquí? ¿Quién ha pagado sus dietas mientras estaba en Sevilla? Repito, todo debería quedar aclarado al céntimo.

Melli se ha marchado al Tenerife. Perfecto. La afición ve con buenos ojos su marcha. Ahora bien, creo que se podría haber sacado algo por su traspaso. Al parecer el jugador ha perdonado las cantidades que se le debían y el Betis percibirá un porcentaje de un hipotético traspaso del jugador por parte del club canario, pero se marcha con la carta de libertad.

El caso de Sergio García es distinto. Se le fichó por 10 millones de euros y va a ser traspasado por 1´8. Desastre económico. Eso sí, el jugador perdonará las cantidades que se le adeudan (unos 1´2 millones de euros) y el club se libra de una ficha insoportable en segunda división.

Otro tema espinoso es el de Ricardo. Lopera se lució firmándole un contrato astronómico a un portero que no es nada del otro mundo y con una edad respetable. Ha ocurrido lo que tenía que ocurrir, el jugador no cuenta para Pepe Mel y cobra una ficha altísima. Con razón el jugador no se quiere marchar, su edad y rendimiento hacen casi imposible que alguien pague por él y nadie le va a dar lo que cobra aquí.

Por último, de las fichas a quitarse de encima está la de Mehmet Aurelio. El turco sigue teniendo buen cartel, sobre todo en su país. Espero que se le encuentre acomodo y se siga reduciendo el gasto en fichas que gracias a Lopera (ahora sabemos por qué firmaba esas barbaridades, él no ponía ni un duro) se está arrastrando ahora.

En cuanto a las llegadas, algunos medios se hacen eco del interés bético en el central austríaco Paul Scharner (30 años, del Wigan Athletic) y en el delantero argentino «Toto» Salvio (20 años, del Atlético de Madrid). De momento son sólo rumosres, dimes y diretes propios de estas fechas. Lo que sí parece claro es que Pepe Mel quiere cerrar la plantilla lo antes posible y para ello necesita saber los nombres de las nuevas incorporaciones y si Emaná, jugador que marca las diferencias y sin cuyo concurso el rendimiento del equipo baja enteros, se va a quedar o no. Las respuestas, en los próximos días.

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