La plantilla celebrando uno de los tres goles que le endosó al Tenerife/sevillafc

 

Cuatro jornadas consecutivas sin ganar en casa eran ya demasiadas. Por eso mismo y porque quedan tan sólo ocho jornadas para terminar la Liga, el Sevilla necesitaba despertar. Y lo hicieron los hombres de Álvarez gracias a la contundente victoria en casa el sábado ante el Tenerife. Las estrellas recuperan su forma, el equipo juega más alegre y la enfermería se vacía paulatinamente; el resultado: vuelta a los puestos de Champions.

Pedro J. Rojí. El Sevilla FC vuelve a los puestos de Liga de Campeones, en parte gracias a la reciente victoria ante el CD Tenerife por 3-0 en el Sánchez Pizjuán. Se trataba de la jornada número 30 del campeonato liguero y el Sevilla conseguía una victoria en su feudo tras cuatro jornadas sin conocerla. Corría la 22ª jornada cuando el Sevilla ganaba por última vez en Nervión, fue ante el Osasuna y por la mínima (1-0).

La victoria del Sevilla ante el Tenerife este sábado ha sido importante por varias razones, además de por haber roto la racha negativa en casa. También ha significado la primera victoria de Antonio Álvarez en su debut en casa al frente de la primera plantilla nervionense: llegar y besar el santo. Además, el Sevilla se coloca con 48 puntos en la tabla, volviendo así a los puestos de Champions, y empatando a puntos con el Mallorca, que cae a puestos UEFA al ser superado por los de Nervión en el gol average.

Los próximos compromisos ligueros del Sevilla serán a domicilio ante el Málaga primero, y luego ante el Valladolid. Antonio Álvarez está trabajando a conciencia con el plantel sevillista de cara al partido del sábado en La Rosaleda. Y cuatro días después, el martes, viajarán a tierras pucelanas para enfrentarse al Valladolid en el José Zorrilla. El Sevilla está prácticamente obligado a vencer en ambos choques, teniendo en cuenta que sus dos rivales más directos, Mallorca y Valencia (éste último 8 puntos por encima del Sevilla), se enfrentan este domingo en Son Moix.

Que el equipo tiene otra cara es algo obvio para la afición, pues el Sevilla que se vio ante el Tenerife no es el de jornadas pasadas. Ello se puede atribuir a muchas cosas, en parte a que las estrellas sevillistas han recuperado su buena forma, como la vuelta de la pareja atacante titular, ‘Luisfa’ y Kanouté (ambos marcaron el sábado). Si le sumamos que la cantera sevillista produce nuevos talentos como José Carlos (su primer tanto con el Sevilla, un golazo) y que el equipo ha recuperado la confianza y la capacidad de superar momentos complicados, tenemos como resultado al Sevilla FC de antes.

El parte de lesionados de la plantilla nervionense es otra de las bazas a favor del equipo en esta recta final del torneo liguero. Jesús Navas y Sebastien Squillaci ya entrenan con total normalidad con el equipo, gran noticia para Antonio Álvarez, que no tendrá que cargar de tantos minutos a algunos jugadores. El de Los Palacios, en una entrevista a SFC Radio, ha declarado que quiere “ir con cautela”. Zokora ha recibido esta mañana tratamiento y se está a la espera de ver su evolución. Fazio, por su parte, visita mañana la consulta del doctor Cugat para comprobar el estado del tobillo. Duscher, además del tratamiento necesario para la recuperación, ha realizado trabajo de fuerza y Konko, tratamiento y trabajo de gimnasio.

La nota negativa de la enfermería la ha puesto Stankevicius, que tiene un desgarro en el bíceps femoral. El defensa lituano estará unas tres semanas de baja, según ha estimado el equipo médico del Sevilla. La mala noticia es doble si contamos con que Konko, el otro lateral derecho de la plantilla, aun no conoce su fecha de recuperación.

El hombre de moda en Nervión

José Carlos logró el pasado sábado un auténtico golazo al bote de una falta, exhibiendo el magnífico guante que tiene en la zurda. El onubense está contento y no cesa de sonreír cuando recrea el lanzamiento, tal y como ocurrió este lunes en rueda de prensa: «Fue mi primer gol en Primera y espero que sea el primero de muchos más. El balón estaba para un zurdo, tenía ganas y confianza, cogí el balón pensando que iba a ser gol».

Más que por él, José Carlos confesó alegrarse por el equipo, porque «veníamos de una racha muy negativa y había que ganar sí o sí, el equipo salió concienciado de ello y la verdad es que hicimos un gran partido». En la misma línea, añadió que «hay grandísimos profesionales y no hay ningún tipo de problemas. Todos los equipos tienen malos momentos y nosotros pienso que lo hemos pasado ya».

El canterano, abordando ya su situación personal, está ilusionado con poder disfrutar de oportunidades, pues «de momento, en estos dos he tenido minutos, lo que no quiere decir que con Manolo no los hubiera tenido, porque estoy en una gran plantilla y voy a tener pocas oportunidades con el nuevo técnico también, aunque espero tenerlas».

Asimismo, confesó, que es cierto aquello que decía Jiménez, que le faltaba mejorar sin balón. «Tengo que trabajar sin balón, es cierto que me cuesta defender e incluso con balón tengo cosas mejorables», señaló con humildad.

Segundo mundialito consecutivo para los benjamines

Lo que ya hiciera el equipo benjamín del Sevilla FC en 2009, lo ha repetido la plantilla de este año en el campeonato de clubes celebrado esta Semana Santa en Portugal. Los sevillistas se han proclamado campeones del Mundialito por segundo año consecutivo por encima de clubes de talla internacional como el Ajax, el Inter, el Manchester, el Madrid, el Barcelona, el Boca o el Bayern.

El grupo del Sevilla en la primera ronda se presentaba complicado con el eterno rival, el Real Betis, entre los componentes, además del Freiberg alemán y los portugueses Gerasao, Fabril y Uniao Povoense. El Sevilla se clasificó como primero goleando a todos sus rivales. En octavos de final se enfrentaron al Trigueros de Huelva, equipo revelación del campeonato, que se llevaron 21 goles con la firma de Nervión.

El Sevilla FC tuvo como rival en cuartos al Everton inglés, que también salió goleado (8-2). En semifinales, el Sevilla se enfrentaría al Rangers y el conjunto hispalense pasó también por encima del cuadro escocés. El Benfica se postulaba como alternativa al vigente campeón al derrotar al Betis en la otra semifinal. En la gran final, con 6000 aficionados lusos en las gradas y con el Benfica adelantándose en el marcador, todo se presumía en contra de los sevillistas, pero los chicos de Ernesto Chao supieron sobreponerse y acabaron por vencer 3-1 al conjunto portugués y revalidar título.

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