Ni el frió, ni la nieve, ni el césped artificial han podido con los de Jiménez que han salido a por todas al terreno de juego aunque tan solo han podido llevar un empate a un gol.
Guia Blasco. El Partido comenzaba puntualmente. La señal televisiva simplemente llegaba cuando le parecía y la afición se repartía por la zona de los goles, los cánticos a favor del Sevilla F.C. retumbaban en el estadio ruso. Del Nido cambiaba su mascotá por un gorrito rojo con el escudo del Sevilla F.C. de lana, que no le ha traído tanta suerte.
Ambos equipos saltaban al terreno de juego con ansias de ganar pero pronto el partido iría perdiendo intensidad y los de Jiménez aprovecharían la relajación del CSKA para atacar por las bandas.
La gran sorpresa ha sido la estancia de Dragutinovic en el banquillo, a pesar, del empeño del club de demostrar que el jugador estaba completamente recuperado, Jiménez ha preferido reservarlo. La primera parte se desarrollaba sin mayor problema para los de Nervión. El CSKA se enfrentaba al partido sin apenas rodaje ya que el equipo todavía no ha empezad su liga y tan solo había venido jugado un partido oficial desde Diciembre, con lo que las fuerzas se iban agotando y esto les venía muy bien a los sevillistas.
El gol llegaba en el minuto 25, de las botas de Álvaro Negredo tras un pase de Jesús Navas, desde la banda derecha. Nada más pasó a partir de aquí, el Sevilla F.C. jugaba de manera tranquila y el CSKA no se mostraba nervioso, parecía que se trataba de un partido de pretemporada donde nadie se jugaba nada.
En el minuto 57 Jiménez realizaba su primer cambio, Adriano salía y dejaba su puesto a Perotti pero el partido poco cambió. La primera ocasión del Sevilla, en la segunda parte, llegaba en el minuto 63, una falta peligrosa que lanzaba Renato y que se marchó por encima del larguero.
El sueño del Sevilla se tornaba grisáceo cuando en el minuto 66 el CSKA empataba el partido, el autor del gol, el ex-bético Mark González que chutaba sin oposición un balón desde fuera del área que se coló cerca del palo derecho de la portería de Palop, devolviendo las tablas al marcador.
Los nervios aterrizaban en el estadio ruso haciendo que las tarjetas y las faltas entorpecían el desarrollo del juego.El Sevilla no podía hacer nada más y tendrá que hacer sus deberes en casa si quiere pasar cuartos de la Liga de Campeones.