El Sevilla ganó al Valencia, con un fútbol rápido y vertiginoso por momentos. Los de Nervión salieron convencidos al triunfo y dieron la imagen de comienzo de temporada. Zokora marcó el ritmo y Negredo los goles.

Sevilla Actualidad. Enero dice adiós y el Sevilla lo despide con una imagen muy diferente a como lo empezó en Liga. Ante un rival directísimo, el segundo mejor equipo a domicilio del campeonato, el equipo dio una gran versión, dejándose notar la presencia de Zokora en la medular, que imprimió fuerza y dinamismo, liberando a Renato.

El marfileño está en todos sitios y eso se agradece, porque da mayor rapidez a las embestidas y contagia al resto. Desde el principio los de Jiménez enseñaron sus dientes. Kanouté y Navas en apenas diez minutos ya habían acariciado el tanto. El empuje local era progresivo y en el minuto veinte Negredo hacía el primero, al saque de un córner de Perotti, que peinó Escudé y el madrileño machacó en boca de gol.

La ventaja no aminoró las revoluciones de los hispalenses. El Valencia, que sorprendió al no incluir a Banega en el once, se vio totalmente desbordado por un Sevilla que estaba espectacular, saliendo muy rápido al ataque y apoyándose siempre en un trabajador Kanouté, que entre líneas se fajaba como suele. Tal era el dominio nervionense que hasta el minuto 37 Villa no remató a puerta.

En la reanudación el cauce del choque seguía siendo favorable. Emery vio claro que la situación se le iba de las manos y apostó por sacar a Banega y Zigic, para buscar control en la medular y balones aéreos en el área. Pero el Sevilla exhibía una seguridad en todas sus líneas magnífica, con Escudé cortando lo que le echaban y Stankevicius siempre le fue a la par, tanto en el corte como en la conducción.

Lógicamente, con el paso de los minutos los ché se hicieron con la pelota, pero el Sevilla resolvía bien atrás y salía a la contra con muchísima mordiente, siempre espoleado por el intratable Jesús Navas. Siempre tiene su momento de gloria el palaciego, que es sin duda el jugador más regular del equipo. Ante el Valencia le llegó a 20 del final, conduciendo una contra a toda velocidad para luego sacarse una asistencia de tacón mirando al frente, que partió la retaguardia del Valencia, yendo el cuero a Álvaro Negredo, que completó la maravilla picando el cuero con la zurda de forma magistral.

El 2-0 hacía justicia al esfuerzo descomunal del Sevilla, pero también calmó a los locales. El equipo bajó ciertamente el pistón por el lógico cansancio y el Valencia se fue arriba con peligro. David Villa avisó tirando al palo y en el 89 David Navarro de cabeza sacó petróleo de un rechace, tras remate de Zigic al saque de un córner. El gol dolía y mucho, porque el choque estaba controlado y el gol average igualado. Pero aún así el Sevilla tuvo una excepcional ocasión, cuando Capel se fue por la zurda, la puso adentro y Luis Fabiano llegando desde atrás la mandó arriba cara a cara ante César.

No obstante, ni siquiera el tanto de Navarro puede empañar un encuentro en el que el Sevilla volvió a exhibir un fútbol dinámico y agresivo, pegadizo para su gente, que disfrutó viendo a los suyos, desfondarse con sentido, orden y sed de triunfo. Esta vez sí el Sevilla tuvo las cosas claras y salió a por el triunfo sin tibiezas ni faltas de concentración. Sin duda, el camino está marcado.

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