El Sevilla olvidó el buen juego y quiso empatar sin éxito a base de arreones/SevillaFC

El Racing sobrepasó al Sevilla con una primera parte en la que el joven Canales se exhibió cara a gol. El equipo puso voluntad, pero poco más, impotente en un choque que nunca se puso de cara.

Sevilla Actualidad. El Sevilla no levanta cabeza en casa y hoy sumó otro varapalo, encadenando su cuarto choque consecutivo sin cantar victoria en el Ramón Sánchez Pizjuán. Tras la gran victoria ante el Barcelona, parecía que los hispalenses habían tomado la dosis de moral necesaria para revertir el rumbo en Liga. Pero otra vez se le atragantó a los de Jiménez en campo propio y ante un rival a priori inferior.

La primera parte fue un quiero y no puedo, con Negredo muy desconectado del centro del campo, en el que la pareja de Lolo y Romaric no terminaba de imponerse. El Racing, en cambio, sí se supo imponer, muy fino en las contras y con un joven Canales sublime, que hizo dos golazos antes del descanso.

Jiménez intentó cambiar la cara del equipo en el intermedio, sacando a Koné por Lolo, retrasando Renato su posición al mediocentro, junto a Romaric. El equipo mostró una tibia mejoría, frente a unos cántabros que ya esperaban con las líneas bien juntas. Al poco Carreño sustituyó a Perotti y la intención de jugar con dos delanteros y Koné en la banda provocó cierto acumulamiento de hombres, sin mucho concierto.

El Sevilla atacaba pero se olvidaba del cómo y así era difícil. Y para colmo cuando llegaban las ocasiones, como un remate de cabeza de Escudé que se colaba adentro pero acababa impactando en el palo, la suerte era esquiva. Aún así, a media hora del final Romaric acortaba distancias cazando un rechace dentro del área.

El equipo estaba gris, pero algunos detalles de Renato a la hora de distribuir el juego y sobre todo la voluntad de Romaric, que se iba para arriba con descaro cada vez que podía, tiraban del resto hacia la igualada. De hecho, el propio marfileño tuvo con un espléndido remate de cabeza el empate en sus manos, pero apareció Coltorti.

El cambio de José Carlos por Capel intentó aportar frescura y el canterano dejó algunas cosas, pero era imposible encontrar luz ante un Racing cerrado a cal y canto, más que nada cuando el equipo no tenía clarividencia en casi ninguna de sus acciones. Los cinco minutos de descuento fueron la prolongación de un mal trago, que deja al Sevilla seriamente estancado en la tabla. Es tiempo para la reacción y, sobre todo, tiempo para las soluciones, porque las victorias en casa urgen y mucho.

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