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El Sevilla FC cayó en su primer partido oficial del año en el Estadio Ramón Sánchez Pizjuán frente a un FC Barcelona al que le disputó el balón y la intensidad, pero no las ocasiones de cara a portería en la ida de la Supercopa de España.

El equipo del entrenador argentino salió a morder, con una nueva súper oportunidad por delante tras olvidar Noruega, a un FC Barcelona plagado de estrellas de agosto en estado de gracia. Le disputó el juego, le disputó el marcador, la Supercopa… Y quizás lo más preciado en el clan blaugrana. Le disputó la pelota, pero quedó atrás en la cuestión de solvencia goleadora, un aspecto que tendrán que repasar los de Sampaoli de cara a la vuelta.

El Sevilla volvió a sentir la ventaja del Estadio Ramón Sánchez Pizjuán desde el minuto uno. Las gradas, teñidas de blanco y rojo por las bufandas que obsequió el club antes del encuentro del equipo sevillista, formaron parte una vez más de un paisaje futbolístico envidiable con sones acústicos del maravilloso himno de El Arrebato que ambientaron una de las finales de Supercopa de España que no se recordará por su espectáculo en el juego, ni mucho menos.

La primera ocasión llegó temprano por parte del equipo visitante. En un alarde de calidad sólo apto para unos pocos elegidos, Luis Suárez recibió la pelota a pase de Sergio Busquets y el uruguayo la orientó de cara a portería, rematando y encontrando en el disparo a un acertadísimo Sergio Rico, que desde los primeros minutos comenzó a adquirir galones que más tarde le harían falta para salir a tiempo a algunos despejes sin dudas.

Minutos más tarde, Arda Turan realizaba una chilena sin poder impactar con el balón en el área chica sevillista. En ese momento se mermaron todas las posibilidades del equipo de la ciudad condal para poder marcar un gol en la primera mitad.

Pero no se engañen: los primeros veinte minutos del encuentro, el Sevilla FC fue un auténtico prodigio de intensidad con alevosía, con ganas de crear y destruir incesantemente. El equipo de Luis Enrique, por otro lado, acusó el choque de Andrés Iniesta con Mariano que le obligó a dejar el terreno de juego en sustitución de Denis Suárez. A esto se le sumaba la baja de Mathieu minutos antes que obligaba al equipo de Luis Enrique a utilizar dos de sus sustituciones con toda una segunda mitad por disputar.

Sin embargo, la primera parte podría definirse como unos cuarenta y cinco minutos de estabilidad e intensidad con pocas ocasiones para sendos conjuntos. El equipo de Jorge Sampaoli llegaba con mayor número de atacantes –hasta seis jugadores ofensivos se quedaban delante de la jugada una vez terminaba- pero con menos peligro que los culés, aunque éstos no gozaran de serias oportunidades de cara a gol salvo la anteriormente mencionada oportunidad de Luis Suárez. Mercado y Escudero destacaron brillantemente en sus tareas en incisiones laterales y en seguridad defensiva, respectivamente.

Cuando echó a rodar el balón en la segunda mitad, la intensidad prosiguió su camino a ambos lados del campo. En el minuto 48 avisaba de nuevo el rematador por naturaleza, Luis Suárez, peinando una pelota que quiso golpear plenamente llegando suavemente a las manos del portero de Nervión.

El 9 del FC Barcelona, que llevaba merodeando la meta de Sergio Rico todo el encuentro, encontraría su recompensa con una jugada calcada minutos antes con un centro lateral de Denis Suárez –canterano del Celta de Vigo, no se equivoquen- dirigido a Arda Turan que el turco ofrecía en bandeja con su pecho a modo de deliciosa asistencia para que el uruguayo rematase al vencido guardameta sevillista. Cero a uno; y el Sevilla a remar a contracorriente.

Pero una vez fue reanudado el encuentro, el FC Barcelona llegaba nueva y rápidamente al área local y se cernía una nueva ocasión en las botas de Leo Messi que acabaría solventada por la mano del sevillista Rico, mandando el balón al córner de un Pizjuán que todavía estaba asimilando el gol recién recibido.

Un gol inesperado

Sampaoli –inquieto por naturaleza deportiva y pasión argentina- se paseaba intranquilamente por el banquillo del Sevilla FC. El técnico argentino movió ficha para intentar solventar la situación y daba paso a la entrada de Ben Yedder al terreno de juego sustituyendo a un Luciano Vietto que aún tiene que convencer –y mucho- al sevillismo tras estos dos partidos oficiales que no terminaron de ofrecer su mejor versión.

En estos instantes, la eficacia de Vitolo y el rugido de los cuatro espacios del Ramón Sánchez Pizjuán se echaron a la espalda a un equipo que necesitaba, al menos, anotar para seguir vivo en una intensa final con presiones altas sin ningún pudor en ambos equipos.

A falta de diez minutos para que Gil Manzano señalase el final, Munir recibía la asistencia de Leo Messi que, como casi siempre, pasaba por allí para ser decisivo. El canterano del clan blaugrana definía con maestría ante la presión de Sergio Rico en un uno contra uno en las que el meta sevillista tenía las de perder.

Cero a dos en un Estadio Ramón Sánchez Pizjuán encendido porque vio que su equipo estuvo mejor en el centro del campo con mayor músculo y control de posición a pesar de la igualdad numérica (4-4-2 del FC Barcelona frente al 3-4-3 sevillista) que no supo aprovechar con una ausencia notable de ocasiones de gol.

Decidirá la pólvora sevillista en el Camp Nou, si ve precisa su presencia; en un Sevilla que hoy jugó de tú a tú a uno de los mejores del mundo y le superó en la medular, pero no fue capaz de disparar con peligro a la portería contraria en noventa minutos; los mismos que le quedan para remontar el próximo miércoles a las 23:00 horas.

Ficha técnica

Alineaciones:

Sevilla FC: Rico, Mariano, Mercado, Rami, Escudero; Vitolo, Kranevitter, N’Zonzi, Kiyotake, Franco Vázquez y Vietto (60’ Ben Yedder).

Banquillo: Caro, Iborra, Konoplyanka, Correa, Ben Yedder, Sarabia, Ganso.

FC Barcelona: Bravo, S. Roberto, Piqué, Mascherano, Mathieu (27’ Digne); Busquets, Iniesta (35’ Denis Suárez), Rakitic; Arda Turan (76’ Munir), L. Suárez y Messi.
Banquillo: Masip, Denis Suárez, Munir, Digne, André Gomes, Aleix Vidal y Umtiti.

Goles: Por parte del FC Barcelona, marcaron Luis Suárez (54’) y Munir (81’).

Árbitro del partido: Jesús Gil Manzano (colegio extremeño). Amonestó, del Sevilla FC, a Mercado (31’), a N’Zonzi (70’) y a Franco Vázquez (78’) y por parte del equipo del FC Barcelona, amonestó a Sergio Busquets (57’).

Estadio Ramón Sánchez Pizjuán (Sevilla).