tebas-SevillaFC

El presidente de La Liga, reiteró que no hay manía persecutoria alguna en contra de los aficionados sevillistas, y que fue el coordinador quién creyó que debían de ser retiradas.

Javier Tebas sigue estando bajo el ojo incriminatorio de buena parte del sevillismo. Y no es para menos. El actual presidente de La Liga, no cesa en su intento de cohibir la “actitud violenta” de la afición nervionense, que merced a ello, y tras ya más de un año de multas y denuncias interpuestas sobra ésta, presenció un nuevo capítulo en la enemistosa relación entre ambos.

Un capítulo, que se saldó con la multitudinaria denuncia por parte del sevillismo de las medidas que se tomaron contra los sevillistas desplazados hasta Vallecas en el encuentro del pasado domingo entre el Rayo y el propio conjunto nervionense, y que derivó en la retirada sin justificación alguna y con desprecio de las pancartas totalmente inofensivas que éstos portaban, y que pretendían colocar en la grada del estadio vallecano.

Tras los altercados, gran parte de los desplazados, decidieron animar desde los aledaños del feudo, bajo la mirada de los aficionados hispalenses sí colocados en las gradas de éste.

Un incidente, del que Tebas se escudó de ser plenamente ajeno, y que únicamente fuera decisión del coordinador de seguridad del recinto, que creyó conveniente que fueran desechadas: “Desde La Liga no hay ninguna prohibición de que entren a los estadios pancartas o banderas que no sean violentas. El coordinador de seguridad debe tomar decisiones para mantener la seguridad y para este partido creyó que no se debían entrar ciertas banderas y pancartas. Respeto la decisión, porque no son decisiones arbitrarias, sino razonadas. Seguro que no le tienen ninguna manía al Sevilla”.

Una argumentación pobre que no concuerda con los hechos recientemente ocurridos, en los que el sevillismo ha sido vigilado con lupa.