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El Sevilla tiró de épica y sello de campeón para imponerse a una sólida Juve, gracias a un gol de Llorente y a un sacrificio colectivo encomiable para resistir las embestidas del campeón italiano.

Si de despedirse de la Champions con honor se trataba, el Sevilla FC cumplió con creces e incluso se superó. Logró clasificarse como tercero de grupo a la Europa League con un partido grande, repleto de amor propio, con carácter, con imagen de campeón en un partidazo emocionante que tuvo en el cabezazo de Fernando Llorente la estocada a una faena vibrante y valiente, propia de un equipo con sello de campeón, que a partir de febrero se podrá tomar la revancha, con todo merecimiento, en su torneo favorito.

El Sevilla se despidió de la Liga de Campeones demostrándose así mismo que tal vez estaba capacitado para algo más de lo que hizo en este torneo, si bien la falta de regularidad exhibida a lo largo de estos primeros meses de temporada le ha pasado factura. Pero el equipo de Emery se desquitó con brío de los cuatro derrotas consecutivas que encadenaba en la competición con un partido vibrante, muy intenso y sobre todo sin achicarse nunca ante la monumental Juve que tuvo en contra. Los italianos jugaron con todo su oficio, pero se encontraron enfrente a un equipo que no rehuyó el cuerpo a cuerpo y le derrotó bien, fundamentalmente por su constancia a la hora de imprimir tesón a un partido, contienda más que partido en realidad, en el que ambos rivales se fajaron con todo lo que tenían.

Sin protagonizar un encuentro vistoso, Sevilla y Juve jugaron un partido apasionante, porque la lucha fue titánica en cada metro del campo. La Juve propuso un partido espeso, con pequeñas batallas en cada palmo del terreno de juego. Encontrar claros era realmente complicado. La Juve no tardó en demostrar por qué sólo ha encajado dos goles en cinco partidos de Champions.

El equipo de Allegri se limitó a aguantar bien al Sevilla y tirar de jerarquía para poner el choque en suerte. Las primeras ocasiones claras fueron para los visitantes. Morata de cabeza y Dybala con un disparo seco dieron el primer aviso. Pero el Sevilla no se arrugó y mantuvo la alta tensión que exigían las circunstancias. Especialmente Krychowiak tiraba de los suyos con esa entrega de guerrero que le ha hecho convertirse en ídolo en poco más de un año. Llorente tampoco no se quedaba atrás, protagonizando una colosal pelea con Barzagli y Chiellini. El riojano tuvo una muy clara, después de una buena internada de Vitolo, pero apareció Buffon en dos tiempos, también ante un segundo intento de Konopyanka. Tuvo otra, ésta de cabeza, el espigado delantero, pero otra vez Buffon dejaba patente que para él los años como si tal cosa.

El partido se puso muy bonito, porque el poderío de la Juve resultaba indiscutible y Morata también tenía un remate franco clamoroso que se iba por muy poco. Sobre el césped se vivía un golpe a golpe magnífico, pero el Sevilla aguantaba con entereza el tipo ante el campeón de Italia y subcampeón de Champions. Con las armas en alto se llegaba al descanso y en la reanudación era el Sevilla quien tomaba con claridad la iniciativa. La Juve reculaba sin remedio ante las cargas de la infantería local. La batalla se libraba con todo y en sus arcos Sergio Rico y Buffon estaban a la altura del espectáculo, mientras que las gradas del Sánchez-Pizjuán pedían desde sus entrañas a once Krychowiak en el campo.
Posiblemente Llorente escuchó el mensaje, cuando en el minuto 65, al bote de un córner de Konoplyanka, se impuso a Barzagli y con un inapelable cabezazo batió a Buffon. Auténtico gol de depredador, porque Llorente lo venía buscando con un combate sin cuartel y el tanto fue mucho más remate que centro. La ventaja hacía justicia a la mejor salida tras el descanso del Sevilla. Emery, que ya había sacado a Mariano por Kolo, dio entrada a Krohn-Dehli y a Gameiro, con el fin de aportar trabajo y contras rápidas. Pero la Juve, que puso al siempre ofensivo Cuadrado en el campo, desplegó todo su potencial y tiró arriba con toda la artillería pesada. Dybala la rompió a la madera, pero sobre todo Rico lució gigante como en sus mejores noches y desbarató varias ocasiones clarísimas para rebajar la pulsión de una Juve absolutamente volcada.

Entre carga y carga de la Juve, el Sevilla replicaba a la contra y de hecho Gameiro tenía el segundo en un mano a mano con Buffon. Pero el partido estaba destinado para la emoción hasta su conclusión, sobre todo con un dilatado y tenso descuento de cinco minutos, con Chiellini haciendo las veces de delantero centro. Sin embargo, el Sevilla compitiendo con una nobleza descomunal, con ese gen que le ha hecho campeón de Europa dos veces consecutivos, supo resistir las embestidas italianas. Y así, a lo grande, el Sevilla convirtió un adiós a la Champions en un hola soberbio a la Europa League, su competición, la que ahora quiere conquistar por quinta vez. Jugando así tendrá posibilidades, seguro.

FICHA DEL ENCUENTRO

1. SEVILLA FC: Sergio Rico, Coke, Rami, Kolodziejczak (Mariano, minuto 57), Tremoulinas, Krychowiak, N’Zonzi, Vitolo, Éver Banega, Konoplyanka (Krohn-Dehli, minuto 67) y Fernando Llorente (Kevin Gameiro, minuto 76).

0. JUVENTUS FC: Buffon, Barzagli, Bonucci, Chiellini, Lichtsteiner (Cuadrado, minuto 76), Marchisio, Pogba, Sturaro, Alex Sandro, Morata y Dybala.

GOLES: 1-0, minuto 65: Fernando Llorente.