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El Sevilla FC, muy metido, no dio lugar a la sorpresa en Las Gaunas, jugando un partido sobrio que anuló la ilusión de los locales. Coke, Krohn-Dehli e Immobile, goleadores.

El Sevilla FC cumplió con creces con su obligación, venciendo con solvencia y mucho oficio a un Logroñés que estuvo en todo momento a su merced. No es algo para sacar pecho, dada la diferencia de categoría entre ambos equipos, pero tampoco hay que restarle méritos a un Sevilla que estuvo serio y compitió con todas las de la ley para evitar la clásica sorpresa desagradable que depara la Copa del Rey cuando se baja la guardia ante un rival inferior, como ocurrió hace dos campañas contra el Racing. Era un trámite, sí, pero los trámites en ocasiones tienen trampa y el equipo nervionense estuvo muy a la altura, aprovechando la ocasión muchos de sus jugadores para reivindicarse de forma notable.

Unai Emery puso en liza un once que combinaba a canteranos con jugadores del primer plantel, la mayoría no habituales. Luismi debutaba junto a Kolo en el centro de la defensa, Diego González, en el lateral izquierdo, y Curro, en la mediapunta, escoltado por Reyes y Krohn-Dehli, también tenían su oportunidad para estrenarse, así como David Soria en la portería.

Con independencia de los nombres, el Sevilla FC salió sin contemplaciones y siguió el guión del partido perfecto. El Logroñés pisó el campo con ganas, pero muy pronto se dio cuenta que tenía poco que hacer, porque los nervionenses dominaban con claridad y antes de que se cumpliera el primer cuarto de hora ya ganaban 0-1. Lo que son las cosas, ante el Valencia el Sevilla sacó 17 córners sin premio. Y, sin embargo, en Las Gaunas, aprovechó su primer saque de esquina para hacer gol y poner el choque en suerte. Krohn-Dehli, que jugaba escorado a la izquierda, botó el córner y Coke entró con todo en el primer palo para hacer el primero.

El gol dio aún más confianza al Sevilla, que se desenvolvía con garbo para sortear el juego duro local. Especialmente Reyes estaba inspirado, filtrando pases con mucho veneno que hacían presagiar que el segundo estaba cercano. Se hizo de rogar, pero acabó llegando antes del descaso, después de una buena combinación del utrerano con Coke en la derecha, que acabó con centro del lateral, mal despeje de la zaga riojana y derechazo inapelable a bote pronto de Krohn-Dehli.

El Sevilla encauzaba el partido por la vía rápida, pero el Logroñés, arañaba y buscaba su momento, aunque también a las malas daban la cara los nervionenses, que sabían sufrir y resistir la presión arriba que les planteaban los locales. Especialmente comprometido lucía Iborra, que incluso arregló varios desaguisados, evidenciando una enorme implicación.

Con una cómoda ventaja se llegó al descanso, con la sensación de que la segunda parte estaba de más. Pero el Sevilla no se dejó ir. Krohn-Dehli, Curro y Reyes enfilaban sin dudarlo hacia la portería de Miguel. El danés, especialmente activo, cuajaba posiblemente sus mejores minutos como sevillista. El Logroñés, sin réplica, aguantaba el tipo como buenamente podía, pero nada podía hacer para que Immobile hiciera el tercero, aprovechándose de una atolondrada acción ofensiva, remate desviado de Curro mediante.

De ahí al final del partido, ya con Llorente, que fue ovacionado en su tierra, por Curro en el campo, el Sevilla contemporizó y llegó al final del encuentro igual de fuerte que lo empezó, muy superior en todas las facetas. La victoria pudo ser más holgada, pero no más nítida. El Sevilla necesitaba dar un golpe severo lejos de casa, aunque fuera ante un Segunda B –quizás sobre todo por eso- y el examen se superó con nota.

Crónica facilitada por el Sevilla FC.