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El Sevilla vuelve a vivir una final europea rememorando aquella magnífica noche de agosto en la que aplastó a su rival, el Barcelona de Frank Rijkaard, en 2006 cuando Mónaco era sede habitual de este evento.

Renato, Kanouté y Maresca tumbaron con sus tantos al todopoderoso campeón de la Champions. Un Sevilla que dejaba atrás años de mediocridad deportiva para dar alas a la ilusión de su afición. Nueve años después, los blanquirrojos ya son ni más ni menos que tetracampeones de la Liga Europa. De aquel equipo que abrió la veda ya no queda nadie, pero la ilusión y el hambre de títulos pertenece intacto en la plantilla.

En la actualidad, hay presentes nueve jugadores que conquistaron las dos últimas Europa League. Un equipo nuevamente renovado este verano que, tras probaturas, aún no ha demostrado el gran potencial que alberga. Eso sí, las bajas impedirán que la hinchada sevillista pueda ver en todo su esplendor a sus nuevos fichajes. N’Zonzi y Kolo, convalecientes de una gastronteritis, no podrán disputar el encuentro al igual que Carriço. La baja del portugués es crítica para la zaga sevillista. Rami es duda de última hora, ya que es el que se encuentra más recuperado del virus intestinal. 

Así, Emery deberá alinear como defensa a Krychowiak con Coke; con Iborra y el danés Krohn-Dehli posiblemente en el medio; el argentino Banega en el tridente ofensivo con Konoplyanka y Vitolo; y Gameiro arriba.

Emery encara con este panorama a su ‘bestia negra’, el Barcelona, al que no ha vencido en los 19 partidos en los que el vasco se ha enfrentado a los culés. Sin embargo, el técnico ha resaltado la ilusión con la que el Sevilla ha aterrizado en Tiflis (Georgia). Además, el vasco ha asegurado que llegan «mejor» que el año pasado a Cardiff, donde perdió 2-0 ante el Madrid en la edición pasada de este mismo trofeo. De ganar, tanto entrenador como plantilla son conscientes que sería un espaldarazo a su condición como grande de Europa.

No se lo pondrá fácil su rival. El Barcelona se marca el sextete como meta de esta campaña, para ello, deberá alcanzar la gloria en Georgia y conseguir su quinta Supercopa de Europa.

Consciente de la importancia de esta nueva final, el técnico blaugrana, Luis Enrique, se ha llevado a Georgia a toda la plantilla, a excepción de Neymar, que estará dos semanas apartado de los terrenos de juego por paperas. No es la única baja importante del conjunto azulgrana, Jordi Alba tampoco estará por una lesión muscular que sufrió durante el amistoso contra el Roma en el Trofeo Joan Gamper.

Luis Enrique, por tanto, tendrá que reconstruir el flanco izquierdo del equipo, con Pedro como sustituto de Neymar en la posición de extremo y Mathieu como la solución a la baja de Alba en el lateral. El técnico culé tampoco podrá contar con el defensa Douglas Pereira, lesionado.

El resto, once de gala para la gran cita del verano que reúne de nuevo a dos clubes españoles que certifica la excelencia del fútbol español. 

Licenciada en Periodismo por la US. Sus primeros pasos fueron como reportera y locutora para los informativos locales. En prensa escrita sus informaciones se han seguido en Estadio Deportivo y en ElDeporteFemenino.com....