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Fernando Navarro hereda el honor de Javi Navarro y Rakitic

Eindhoven, Glasgow, Turín y ahora Varsovia. El nombre de una capital que los sevillistas entonaban de soslayo como niños nerviosos pensando «¿y si se ganara de nuevo dos veces seguidas?»

No había motivos para que no fuera así, pero tampoco se pensaba que un equipo prácticamente vuelto a hacer emulase su logro tan sólo 365 días después. Y es que el mes de mayo debería declararse festivo para todos los sevillistas. Muchos días se tachan ya de este particular calendario lleno de efemérides de victorias, recuerdos y viajes que parecen sueños pero que gracias a las hemerotecas sabemos que fueron reales.

Y detrás de todo esto un nombre, Unai Emery. Un entrenador que tardó en agradar a la grada, que en ocasiones parecía que no había captado el hilo de la plantilla sevillista y que, ahora, todos los sevillistas quieren blindar por haber materializado un proyecto ganador. Y es que el guipuzcuano ha emulado y superado los datos del Sevilla de Juande Ramos y eso es decir demasiado.

Así, el Sevilla entra en la historia de la Europa League por ser el primer equipo que consigue cuatro torneos superando a Juventus, Inter de Milan y Liverpool.

Y eso que el partido no comenzó de la mejor manera para el equipo sevillano. En apenas cinco minutos el Dnipro vio la oportunidad y de la mano del croata Kalinic se adelantó contra todo pronóstico. Lejos de desconcentrarse, el Sevilla supo reponerse a las mil maravillas y desplegó su mejor juego durante más de 30 minutos, en los que Krychowiak y Bacca lograron dar la vuelta al marcador.

Precisamente el colombiano fue uno de los hombres clave del partido, sus lágrimas al finalizar el choque fueron cómplices de ello. El delantero fue el autor de los últimos dos tantos de su equipo, acumulando un total de siete goles en esta competición.

No le regalaron nada al Sevilla, su trayectoria por la Europa League esta campaña ha sido inmejorable y exigente. Atrás quedaron rivales como Borussia Monchengladbach, Villarreal, Zenit y Fiorentina. Pero quizás el más exigente de los duelos se le presentó este miércoles en el Estadio Nacional de Varsovia. Y es que, a pesar de su condición de favorito, el Sevilla veía reflejado en el Dnipro la misma ilusión que ellos mismos tuvieron allá por 2006. Pero la experiencia y la calidad se impuso, no sin complicaciones, a quince minutos de finalizar el encuentro.

La ambición y las ganas de ambos se notaron desde el inicio. Tras dos acercamientos sin éxito del colombiano Bacca y Reyes, una acción en la que los andaluces pidieron penalti por posible falta de Rotan, el Dnipro, bien armado atrás, demostró su gran peligro a la contra.

Así, en un rápido ataque, llegó la sorpresa a los 7 minutos, al golpear primero los ucranianos con un gol de Kalinic tras cabecear un centro Matheus al que no llegó Carriço. Pero los de Emery supieron reaccionar con premura generando hasta cuatro ocasiones, las más claras: un cabezazo de Krychowiak y un tiro de Reyes, muy activo en este periodo, que desvió a córner el meta Boyko. Precisamente a la salida de este córner, Reyes centró para Bacca y éste se la cedió a Krychowiak para que, en casa, igualara el marcador. El gol metió al Sevilla en una inercia ofensiva para que finalmente Bacca le diera la vuelta al marcador en el minuto 31 tras recibir un pase genial de Reyes.

Cuando sólo quedaba esperar al descanso y aguantar el marcador, el Sevilla no supo disminuir el ritmo sin verse avasallado por su rival. Un genial Konoplyanka aprovechó un lanzamiento de falta de Rotan, ajustado al poste derecho de Sergio Rico, para poner el 2-2.

Así llegó el descanso, nada estaba dicho y la copa seguía sin dueño. La segunda parte del choque distaba mucho de cómo comenzó. Como si de otro partido se tratase, ambos conjuntos se alejaron de las consesiones que habían mostrado al inicio del duelo y salieron más precavidos para evitar riesgos, aunque los ucranianos, fuertes atrás y muy presionantes, tuvieron más fluidez en ataque con la buena visión de juego de Konoplyanka y la movilidad de Kalinic.

Las ocasiones del Dnipro fueron mucho más claras mientras que las intentonas sevillistas se disipaban cerca del área ucraniano. Ahora las ocasiones eran menos claras, con el Dnipro buscando las contras e intentos baldíos del Sevilla que morían en el área celeste. Y es que el choque se había igualado al máximo. Aun así, los nervionenses no perdieron la fe. Y como buen conocedor del fervor, tuvo que ser Bacca, a los 73 minutos, el que aprovechó gran pase de Vitolo y hacer el 2-3. Pudo lograr otro en el 79 si su cabezazo no lo desvía el meta.

Aun así, el Dnipro no desfalleció, incluso tras quedarse con diez tras el gran susto que Matheus dio tras desvanecerse en el campo, dejando al estadio totalmente enmudecido. Pero poco más pudo hacer su equipo que terminó presenciando como el Sevilla hace historia erigiéndose tetracampeón de Europa.

Licenciada en Periodismo por la US. Sus primeros pasos fueron como reportera y locutora para los informativos locales. En prensa escrita sus informaciones se han seguido en Estadio Deportivo y en ElDeporteFemenino.com....