Si el Sevilla gana hoy, se aseguraría matemáticamente billete para la Europa League, cuando aún quedan seis jornadas para el final. Motivación suficiente para salir sin contemplaciones ante el Granada.
El regusto del partido del jueves ante el Zenit, así como lo que queda por afrontar ante los rusos, copa gran parte del pensamiento del sevillismo, pero en medio de ese cruce a vida o muerte ante los rusos se cuela una complicada visita al Nuevo Los Cármenes, donde espera un Granada que se juega la permanencia y que saldrá a jugar con los colmillos afilados, como siempre ocurre con los equipos que sienten de cerca las bramas del descenso.
Eso, y que el Sevilla no puede permitirse el mínimo despiste en el campeonato liguero, debería servir como motivación para afrontar con todas las de la ley un partido que puede dejar un buen baño de autoestima, siempre importante en los tramos finales de campeonatos. Fundamentalmente, porque si el Sevilla gana esta tarde al Granada se aseguraría el objetivo europeo, cuando todavía quedarían seis jornadas para que finalice el campeonato.
Motivos suficientes, sin duda, para esperar al mejor Sevilla en el Nuevo Los Cármenes, si bien Unai Emery como es lógico introducirá rotaciones para repartir esfuerzos, en la línea de lo que viene haciendo en este sobrecargado mes de abril en el que el Sevilla hasta la fecha está dando la cara incluso por encima de las expectativas.