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Brillante. Así fue el partido del Sevilla en el Sánchez Pizjuán frente a un desbordado Atlético de Madrid con un protagonista claro en los hispalenses: Éver Banega.

El último resultado de empate a cero del Sevilla FC no hace justicia a la absoluta superioridad de los de Unai Emery sobre el verde. Pero más allá del partido y las grandes sensaciones que dejó el equipo a nivel general con una personalidad tremenda y el ejemplo del Leverkusen en Champions bien reciente y aprendido, volvió a destacar el nivel del centrocampista argentino, ex del Atlético de Madrid y del Valencia CF, que está recuperando el nivel esperado en los últimos meses, curiosamente de nuevo de la mano de Unai Emery. El técnico vasco le dio sus mejores años en Valencia y lo está volviendo a conseguir en Sevilla. Él pidió su fichaje y él le está sacando el mayor partido posible.

En partido ante el Atlético de Madrid, Banega, con la ayuda del trabajo de sus centrocampistas acompañantes, superó el trivote montado por el ‘Cholo’ Simeone con Mario Suárez, Gabi y Tiago. Pausaba cuando era el momento, jugaba rápido cuando la situación lo requería  y lanzaba en los momentos justos. Siempre ofreciéndose para dar salida a los suyos, se puede decir que Banega tuvo ‘un día de esos’.

Y esto en el centrocampista argentino son palabras mayores. Porque, teniendo en cuenta que la irregularidad es su talón de Aquiles particular, cuando está inspirado el equipo en el que juega siempre funciona. Porque se asocia, la pide y no la pierde, le da a la jugada la velocidad necesaria, tiene la capacidad de salir de la presión rival independientemente de los jugadores que salgan a su paso y, en definitiva, es un jugador sobresaliente a nivel técnico.

Por esto, se puede decir sin miedo a equivocarse que el buen partido del Sevilla frente al Atlético de Madrid se fraguó en Banega, convirtiéndose en las apuestas de fútbol más destacadas del choque. Sin duda, fue ese motor que se le exige que sea y que viene carburando en los últimos dos meses y da la sensación de que llega al último tramo de temporada realmente enchufado. Esto será definitivo para alcanzar los objetivos marcados por los pupilos de Unai Emery.

Evidentemente, darle todo el mérito a Banega sería un error. El grupo en general, impulsado por el estado de dulce del argentino, rayó a un nivel muy alto. Punzante por fuera con un destacado Aleix Vidal, acabando jugadas arriba y sorprendentemente cómodo atrás a pesar de algún error peligroso de Arribas, estuvo a un gran nivel con el balón en su poder y a un nivel excelente sin él. Con una presión tras pérdida realmente intensa y agresiva, Unai Emery tenía claro que evitar las salidas rápidas del rival era una prioridad y sus jugadores lo interpretaron a la perfección. Sólo el gol les privó de la gloria.