El Sevilla apelará a la épica una vez más para acceder a las semifinales de la Copa de Rey, tras un encuentro de ida desastroso en el que los de Emery se vieron sobrepasados por un Español en racha.
El partido de este jueves se antoja de esos de los que merece la pena asistir, ya sea por el ambiente que promete el Sánchez Pizjuán o por el nivel de exigencia que el Sevilla deberá volcar sobre el campo. Una eliminatoria que no está nada fácil pero que vio algo de luz cuando Bacca puso el 3-1 ‘in extremis’ en Cornellá.
El conjunto sevillista ha pasado de demostrar su excelencia fubolística ante el Málaga en el último partido de la primera vuelta de la Liga, a mostrar su peor faceta ante el Valencia y el propio cuadro perico. Hoy es el momento de los hombres de Emery para demostrar que aquello no fue un espejismo y que este Sevilla puede hacer algo grande en la competición copera.
Para ello deberá batir a un Español que, pesa a la ventaja de la que disponen, no tienen el pase asegurado. Los pupilos de Sergio González asumen el peligro que tiene su rival en casa y está concienciado con lo que puede encontrarse hoy en Nervión.
La entidad sevillista se ha volcado durante toda esta semana para hacer un llamamiento a la afición para que hagan de la Bombonera una auténtica olla a presión que empuje a su equipo, como ya hizo la pasada temporada, a realizar heroicidades.
Para ello, el técnico vasco tendrá que tirar de ingenio por culpa de las bajas. La más significativa la del polaco Krychowiak, lesionado en el campo del Valencia, y la duda de Pareja, aunque parece que la presencia del argentino será más factible. Además, la baja segura por lesión será la de José Antonio Reyes, además de Mbia, que acaba de aterrizar desde la Copa de África.
El Español espera dar este jueves el paso definitivo hacia las semifinales de la Copa del Rey, tras el 3-1 que encajó hace una semana en la ida de estos cuartos, aunque el Sevilla confía en remontar en un Sánchez Pizjuán abarrotado una eliminatoria que se le ha puesto cuesta arriba.
Todo apunta a que el bloque catalán saldrá al Sánchez Pizjuán con la misma filosofía que en sus anteriores duelos, por lo que los futbolistas de Sergio González no se encerrarán atrás y pelearán con intensidad, aunque evitando riesgos innecesarios.