Sevilla Feyenoord

El conjunto nervionense firmó un placidísimo debut en la Europa League sacando los colores de un coloso como en llamas como el Feyenoord, que vivió una auténtica pesadilla en el Pizjuán.

Equipos como el Sevilla dignifican la Europa League. Era fácil de caer en la tentación de otros cabezas de cartel de la competición. Ante adversarios de tan poca entidad deportiva, que no histórica, los equipos más fuertes optan a veces por dosificar, dejando que el paso de los minutos propicie que la calidad imponga su ley, teniendo en cuenta además, que se pueden permitir varios tropiezos.

Pero el equipo de Emery no está hecho de esa pasta consciente de todo lo que supone la Europa League para su grandeza. Por eso, el Sevilla, con un once renovado pero competitivo saltó al césped en avalancha, dispuesto a solucionar el partido por la vía rápida, presionando muy arriba, arrasando las bandas con Deulofeu y Reyes y asustando a un Feyenoord, que tenía muy pocas herramientas para dañar a los locales.

A pesar del variado repertorio de llegadas al área que contó el Sevilla en los primeros siete minutos, el gol llegó a balón parado. Cosecha del libro de Emery, Deulofeu se estrenó en el arte de la asistencia con un preciso centro al segundo palo que Krychowiak convirtió en gol cuando el balón ya rozaba el césped. Un tanto fabricado por dos fichajes que en el tercer partido en casa de la temporada también tenían mucho que demostrar, como Banega, más activo en la segunda parte, Kolodziejczak y Reyes, que demostró que tiene mucho que aportar todavía.

Éste era otro de los alicientes del partido. Demostrar la profundidad de la plantilla y que los nuevos y menos habituales se sintieran partícipes, un objetivo más que conseguido. Tras el tanto, el equipo se mostró espeso. Más relajado, el Sevilla volvió a sufrir uno de sus males clásicos. La dificultad para ser profundo ante defensas estática, pues Banega, situado por delante de M´Bia y Krychowiak no aparecía apenas, mientras en defensa defensa Fernando Navarro y Kolodziejczak sufrían en alguna que otra contra ante Manu y Schaken.

Pero los de Emery apagaron el conato de debilidad a balón parado, de nuevo con un espléndido servicio de Deulofeu para la cabeza de M´Bia, que en su segundo debut prolongó su idilio con la Europa League. Era el minuto treinta, pero el tanto del camerunés prácticamente sirvió para certificar la victoria con mucho partido por delante.
Toornstra asustó poco después con una magnífica falta que se estrelló en la base del palo izquierdo de un casi inédito Sergio Rico, pero el partido estaba terminado. La segunda parte bien pudo traer una goleada, pero no tuvo acierto el equipo en el amplísimo arsenal de ocasiones que cosechó.

Fue una segunda parte para el disfrute de los sevillistas que se ilusionaron con el juego de su equipo. M´Bia se hizo grande y con su particular juego de ida y vuelta comenzó a mover a los suyos, Banega ponía la pausa, Reyes la calidad y Deulofeu la chispa, eso sí pecando de individualismo, el defecto que con más mimo Emery debe pulir.

El técnico vasco aprovechó la tranquilidad para probar con Denis Suárez por delante de M´Bia y Banega y el equipo continuó con su vals. Tiene físico el africano para cubrir todo el centro del campo mientras el argentino y el gallego se dedican a jugar, pero no casa demasiado con la idea de Emery, que irá metiendo las nuevas piezas progresivamente.

No hubo noticias del Feyenoord durante todo el partido, muy empequeñecido a merced de un Sevilla que, pese a la clara inferioridad del rival, demostró que tiene todo lo necesario para completar una gran temporada. El gol, la calidad y la consistencia aparecieron en un duelo que debe ser sólo un ensayo de lo que debe mostrar en citas más trascendentales.

Ficha técnica

Sevilla F.C.: Sergio Rico, Diogo Figueiras, Kolodziejczak, Fernando Navarro, Krychowiak (Denis Suárez 59’), M´Bia, Reyes, Banega, Deulofeu y Bacca (Iago Aspas 59’).

Feyenoord: Vermeer, Wilkshire, Van Beek, Mathijsen, Nelom, Clasie (Te Vrede 73’), El Ahmadi, VIlhena, Toornstra, Schaken (Basacikoglu 63’) y Manu (Boetius 81’).

Árbitro: Ruddy Buquet, francés. Amonestó a los locales Kolodziejczak, M´Bia; y a los visitantes Vilhena y Elvis Manu.

Goles: 1-0 (7’) Krychowiak; 2-0 (30’) M´Bia.