Sevilla Cardiff

Miles de equipos en todo el continente traducen sus sueños en fútbol cada día. Este martes el Sevilla peleará por ser el mejor derrotando al campeón de campeones. Una tarea sólo apta para el conjunto nervionense. 

Y puede que ni siquiera para ellos, porque la constelación de estrellas que el Real Madrid presente en el coqueto estadio de la capital galesa impondría a cualquier gurú de las tácticas. Kroos, James Rodríguez, Modric, Cristiano Ronaldo, Bale y Benzema. Ni más ni menos. Este es el menú que presenta Ancelotti para el primer título de la temporada, un trofeo que para los merengues sólo supondrán minutos de share en las tertulias, mientras que el Sevilla, todavía sediento de éxitos, no quiere perder la oportunidad de engrosar sus vitrinas.

Los de Emery deben activar numerosos planes para salir victoriosos de una empresa de tal magnitud. El técnico vasco no ha escondido que las opciones del Sevilla pasan por la fortaleza defensiva, o lo que es lo mismo repetir el grandioso nivel que mostró la zaga y el centro del campo durante el final glorioso de la temporada pasada. Con Fazio y Pareja de centrales y Coke en el lateral derecho, las dudas pasan por la cabeza de Alberto Moreno tras un verano repleto de rumores y en saber si la pareja Krychowiak y Carriço es tan consistente como la que el luso formaba con M´Bia. Lo han demostrado en pretemporada pero ahora llega la hora de la verdad. De estos seis hombres dependerá el 70% de las opciones del Sevilla.

El otro 30% recaerá sobre Vitolo, Reyes, Denis Suárez y Iago Aspas o Carlos Bacca, cuyo estado físico tras el Mundial pondrá en duda su inclusión en el once titular. El contragolpe es la receta para hacer tambalearse a un Real Madrid que sufrirá sin Xabi Alonso en el balance defensivo. Kroos, brillante en la fase ofensiva, sufre demasiado cuando tiene que correr hacia atrás y sus compañeros en la medular no son especialistas en este trabajo.

Así las cosas, la rápida salida de balón y la actuación de Denis Suárez y Reyes a la hora de lanzar a sus compañeros en las transiciones resultará fundamental para soñar con el título. La sensación general es que el Sevilla ha perdido empaque sin Rakitic, pero a falta de sustituto la fuerza residirá en el colectivo y la solidaridad, una de las claves que lo llevaron a levantar la pasada Europa League.

Las dudas e inseguridad que ha despertado Casillas y la defensa merengue durante toda la pretemporada es otro de los avales fundamentales con los que cuentan los de Emery, un entrenador experto en la estrategia, que aunque ha perdido a Rakitic, posee calidad de sobra en la plantilla para hacerse valer en este arte. Defensa, balón parado y contragolpe son las tres armas fundamentales del Sevilla, que también debe contar con el factor físico, pues pese a la tremenda calidad del rival, jugadores como Kroos, James y Benzema arrastran poca carga de trabajo, mientras que Cristiano Ronaldo no está plenamente recuperado de su lesión. Aguantar el partido equilibrado hasta los compases finales puede ser otras de las bazas de un equipo que ha demostrado que sabe sufrir.

Un sufrimiento que directamente activa el último de los planes, el del Sevilla campeón, el equipo que no pierde finales y pelea hasta el último suspiro, ganando tandas de penaltis y respondiendo ante todas las adversidades. El razonamiento de la locura que cobra sentido gracias al plantel unido que ha creado Unai Emery, la misma locura que desprendía afirmar hace ocho años que en Nervión se celebrarían siete títulos hasta hoy. ¿Y por qué no pueden ser ocho? El que estrictamente corona al mejor equipo de Europa. Y si no es así, ¿para qué sirve la Supercopa de Europa?