Merced a una pegada demoledora y un brillante ejercicio defensivo el conjunto nervionense se impone con claridad y polémica al Valencia y deberá certificar en Mestalla el billete a su tercera final europea en la última década.
Eran unas semifinales de la Europa League y como minimo se podía esperar intensidad por parte de ambos bandos, pero quien ejerció la presión con más intensidad fue el Valencia, que no asumió el papel de inferioridad que se le presuponía, quizás porque con una defensa de circunstancias podía resultar arriesgado.
El Sevilla salió con mucha más calma que en anteriores citas pero con la intención de controlar la posesión para decidir cómo y cuándo pasarían las cosas, pero su rival no lo dejó. Agresivo y con la línea de presión muy arriba fue el conjunto che el que acumulaba posesiones más largas y tuvo ocasiones, que Beto, muy seguro supo solucionar.
La primera media hora fue bastante inquietante para los nervionenses, sorprendido ante un adversario que estaba dispuesto a discutirle mucho la posesión. No obstante, la presión del Valencia dejaba muchos espacios, pero el Sevilla no sacaba réditos, pues la agresividad del adversario ganaba en cualquier cruce para evitar el instante de montar la contra y cuando superaban las primeras líneas aparecían las imprecisiones fruto de lo desacostumbrado que estaba el equipo a tener la pelota.
Inteligente, a partir de la media hora el Sevilla trató de domar el partido echando el balón al suelo, y contemporizando para mantener por primera vez una posesión larga que serenaría al equipo para empezar a generar cosas. Como la falta que originó el primer gol, lo cual en este equipo es sinónimo de mucho peligro. El tanto fue a todas luces ilegal porque M´Bia, que remató de tacón, se encontraba en clarísimo fuera de juego cuando Carriço peinó un espléndido centro de Rakitic.
El fútbol no entiende de merecimientos, y por si había dudas el Sevilla fue a por más, y si el Valencia dejaba espacios antes del gol, la tendencia de acentuó después de él. Y con muchos espacios, la calidad del Sevilla se hace notar y en una buena combinación entre Vitolo y Bacca, el colombiano puso en ventaja franca a los suyos. En apenas dos minutos el conjunto de Unai Emery había dado un giro de 360 grados al partido, que ahora sí, estaba a su merced. No pudo golpear con juego y lo hizo con goles, la mayor virtud de este Sevilla.
El partido quedó para que los nervionenses resolvieran la eliminatoria a la contra. Desde los minutos finales de la primera parte y durante toda la segunda parte, el Valencia sometió al Sevilla, pero generó poco. Al inicio de los segundos cuarenta y cinco minutos pudo resolver en una contra dirigida por Rakitic y mal rematada por Bacca y sobre todo, con la espledida gama de centros a balón parado de los que dispone el croata a disposición de las llegadas de Fazio, que remató varias en soledad haciendo patente la fragilidad valencianista en esta faceta, que también Iborra pudo aprovechar al final del partido.
Si la pegada apareció durante la primera mitad, en la segunda la gran actitud y calidad defensiva sevillista fue protagonista. Solidario en el esfuerzo y espléndido en las coberturas, el conjunto nervionense apenas dejó huecos a un Valencia, que se iba mostrando impotentes con el paso de los minutos. Especialmente sólidos destacaron sobre el resto Pareja y un imperial Fazio, que se erigió como un muro infranqueable para los rivales. No obstante, la insistencia che pudo tener sus frutos pero entre Beto y el larguero alejaron al Valencia del gol en las postrimerías de un partido que acerca a Turín al Sevilla, un equipo capaz de amortizar su pegada y que sabe sufrir cuando el rival lo somete. Magnífico cóctel que debe materializar en Mestalla, allí donde se culminan los sueños.
Ficha técnica
Sevilla F.C.: Beto, Diogo Figueiras, Fazio, Pareja, Fernando Navarro, M´Bia, Carriço, Reyes (Marin 58’), Rakitic, Vitolo (Iborra 88’) y Bacca (Gameiro 73’).
Valencia C.F.: Guaita, Joao Pereira, Javi Fuego, Mathieu, Bernat (Gayá 46’), Keita, Parejo, Fede Cartabia (Piatti 56’), Vargas, Feghouli (Jonas 73’) y Paco Alcácer.
Árbitro: Damir Skomina, esloveno. Amonestó al sevillista Marin y a los valencianistas Alcácer y Mathieu.
Goles: 1-0 (33’) M´Bia; 2-0 (35’) Bacca.