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El Sevilla, que jugó a la contra y dispuso de ocasiones claras para adelantarse, cae derrotado en Balaídos víctima de un penalti que sólo vio Martínez Munuera y de un gran Yoel.

Los árbitros te dan y te quitan, afirmación tan recurrente como cierta. Y este sábado en Balaídos al Sevilla Martímez Munuera le quitó, al menos un punto, cuando en el tramo final del choque pitó un penalti inexistente por mano de Fazio, después de que el jugador argentino fuera claramente desequilibrado por Bermejo. Tanto es así, que ningún jugador vigués protestó una jugada que a la postre resultó decisiva en un encuentro en el que el Sevilla, sin hacer su mejor partido de la temporada, ni mucho menos mereció marcharse de vacío a casa.

Triste desenlace, sin duda, el de un encuentro que el Sevilla, no obstante, pudo y debió haber finiquitado antes. Emery puso en liza un equipo con dos delanteros y tres mediocentros. La palota se la quedo desde el principio el Celta, que ademas gusta de tenerla. Pero el que realmente daba la sensación de estar cómodo en el campo era el Sevilla, que sobre todo a través de Vitolo y Trochowski salía con mucha intención a la contra.

El partido pudo orientarlo hacia el triunfo Gameiro en el minuto 34, cuando en una rápida salida del equipo, Bacca se inventó un servicio genial para el grancés, que en el mano a mano contra Yoel no supo resolver. El rechace lo cazó Vitolo, pero el disparo del canario acabó en saque de esquina. Una nueva contra, minutos más tarde, con intercambio de protagonistas, asistiendo desde la banda Gameiro y rematando Bacca demasiado forzado de cabeza a fuera también rozó el primero.  Sí marcó Gameiro, pero se le anuló el tanto por un fuera de juego más que riguroso.

El encuentro llegó al descanso con la sensación de que a poco que apretara el Sevilla se podría llevar el partido, porque el Celta, pese a tener el balón inmutaba poco o nada. Y el Sevilla apretó, pero faltó la efectividad que tanto se ha tenido en las últimas jornadas. Coke la tuvo, pero de nuevo apareció Yoel, Bacca en la siguiente jugada no acertó en el momento clave, cuando pisaba área, mientras que Rakitic intentaba el gol olímpico encontrándose otra vez con Yoel. Ante todo esto el Celta ofrecía posesión y una ocasión clamorosa de un disparo al larguero de Orellana, pero nada más. Emery sacó todas las bazas ofensivas y el equipo acabó jugando con dos delanteros y dos extremos.

El choque estaba equilibrado y apuntaba al empate en su recta final, cuando aconteció la jugada verdaderamente decisiva. Fazio es desequilibrado por Bermejo y cuando cae toca el balón con la mano. El colegiado pita y el Celta, donde esperaba una falta en contra, se encuentra un penalti a favor. Nolito no perdonó desde los once metros y el Sevilla se quedó con cara de tonto. Aún así el equipo reaccionó y en el descuento Bacca tuvo el empate, apareciendo una vez más un Yoel en estado de gracia. No fue el mejor partido del Sevilla, qué duda cabe, de hecho le faltó empuje sobre todo en la última media hora donde se dejó sobrepasar por el Celta, pero tampoco mereció, ni mucho menos, perder, volviendo a casa con la sensación de que no fue vencido por su rival.

Crónica facilitada por el Sevilla FC

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