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El Sevilla solventó con una buena primera parte y un tempranero gol de Jairo un partido que se complicó cuando Coke fue expulsado por protestar por Iglesias Villanueva con toda la segunda parte por delante.

Se contaba con que no se iba a regalar nada en El Sardinero y ciertamente así fue, porque el Sevilla tuvo que fajarse hasta el mismo descuento para poder llevarse un 0-1 merecido, aunque tal vez insuficiente por lo mucho que se desperdició en la primera parte. Jairo puso muy rápido el partido en suerte, con un oportuno gol en el minuto cuatro, tras una excepcional asistencia de Cristóforo. El equipo pudo hacer más sangre, perdonó y al final terminó sufriendo tras una extraña expulsión de Coke, que dejó al equipo de Unai con uno menos durante casi todo el segundo acto.

A priori era el partido de Jairo y a posteriori también lo fue. El cántabro, que regresaba a casa, disipó dudas muy pronto, aprovechándose de un gran servicio de Cristóforo, que definió con habilidad. Era el minuto cuatro y el encuentro, su encuentro, ya llevaba su firma, que acabó valiendo para poner los octavos de final muy cerca.

El Sevilla, que jugaba con dos delanteros, Rusescu como referencia y Gameiro echándose a la banda, se hizo con el primer tiempo, ante un Racing incapaz de sostenerle el pulso. Las ocasiones clarísimas fueron cayendo por inercia, pero con la misma facilidad que llegaban se acababan diluyendo en nada. Rabello tuvo una clarísima tras un buen servicio de Rusescu, Gameiro, hasta en dos tiempos, también dispuso del segundo, y de nuevo el chileno, a pase del francés, tuvo en la testa una oportunidad magnífica.

Daba mala espina que el equipo no pusiera la puntilla, sobre todo porque con el descanso acechando Koné se inventó una buena combinación con Miguélez y Fazio tuvo que salvar bajo de palos el empate. El guinieano fue un tormento pero los centrales lo supieron sujetar bien.

Esta jugada fue un verdadero aviso de que el Racing estaba vivo, aunque a decir verdad sólo se despertó con continuidad en su juego cuando Coke, por protestar, vio dos amarillas consecutivas y se fue a la calle con más de cuarenta minutos por delante. El choque a partir de ese momento fue distinto.

Emery sacó a Fernando Navarro por Rusescu. A Gameiro le tocó hacer la guerra por su cuenta y al resto del equipo sufrir y sacar los dientes en la faceta defensiva. Y lo hicieron bien los sevillistas, muy concentrados e intensos, ante un Racing que puso todas sus piezas ofensivas sobre el campo, pero que se estrelló ante la consistencia nervionense. Aún así hubo momentos críticos, sobre todo cuando Fernando Navarro apagó un fuego en el minuto 83 con una aparición providencial. Más allá de eso, el Sevilla supo mantener el resultado y sin tener solucionada la papeleta aguantó bien el tipo y sobre todo el empuje de los cántabros, muy motivados como se esperaba.

El Sevilla no respiró hasta el pitido final, pero tampoco padeció más de lo normal cuando se juega con uno menos en campo contrario. Se esperaba un Racing aguerrido e intenso y ante eso había que responder con oficio, para imponer una teórica superioridad que quedó demostrada sobre todo en un primer tiempo en el que el Sevilla fue mucho más que el Racing, si bien le faltó cerrar el choque antes del descanso.

Crónica facilitada por el Sevilla FC.

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