Será fundamental que el Sevilla no se relaje ante el Racing, equipo que pese a ser inferior, saldrá a El Sardinero propulsado por la ilusión de tumbar a un Primera.
El Sevilla FC inicia este viernes su andadura por la Copa del Rey en uno de esos partidos denominados trampa, en los que el rival, impulsado por la ilusión, siempre tiene mucho más que ganar y compensa la diferencia de calidad con una dósis extra de intensidad. Eso es lo que le espera a buen seguro al conjunto de Unai Emery en El Sardinero, ante un histórico como es el Racing de Santander, un equipo que tras dos años de caida libre parece haber enderezado el rumbo en Segunda B y busca el ascenso a la división de plata combinando veteranía y juventud.
En esas circunstancias comparece el Sevilla en Santander, con la intención de conseguir un resultado cómodo que le permita afrontar la vuelta con suficiencia. Se esperan muchos cambios con respecto al once de Granada, porque en apenas 20 días hay cinco partidos y hay que repartir los esfuerzos.
Independientemente de quien juegue, será imperativo afrontar el encuentro con el mismo ímpetu que el conjunto local y no creer que por simple inercia la eliminatoria quedará sentenciada en Cantabria. La diferencia de nivel es evidente, pero hay que ratificarla en el campo para evitar ser una de esas sorpresas desagradables que todos los años se produce en las primeras rondas del torneo del KO.