sevilla previa rayo

El equipo de Nervión, que sigue en fase de mejoría, busca una victoria en San Sebastián para terminar de lanzarse. Para ello será fundamental evitar la salida contemplativa de Mestalla.

La abultada victoria del pasado miércoles ante el Rayo no ha disipado las dudas. El Sevilla sigue ofreciendo cosas buenas, pero también muestra lagunas, sobre todo a la hora de manejar el equilibrio de los encuentros, que casi siempre se acaban convirtiendo en un intercambio de golpes en el que todo puede pasar.

Precisamente eso es poco recomendable en el escenario de esta noche. La Real Sociedad, pese a no estar en su mejor momento -peor estaba el Valencia- es un equipo rápido y contundente, que en tres toques se planta arriba y muestra una alta eficacia a la contra, por su concepción vertical del juego. Por eso el Sevilla, que hará rotaciones forzosas por lesiones, debería intentar plantear el choque de este sábado desde la pausa, yendo al ataque pero sin perder la compostura atrás y no dándole ese partido abierto que quiere la Real.

La gran duda estriba en el sistema que escogera Emery, si optará por jugar con un doble o triple pivote en el centro del campo. En cualquiera de los dos casos, espera un partido ante uno de los rivales más fuertes del campeonato, que además necesita un triunfo para recuperar las buenas vibraciones que ofreció en el inicio de temporada. Poco le debe importar eso al Sevilla, que debe salir sin complejos, a hacer su fútbol, que cuando fluye resulta agradable y atractivo. A eso hay que añadirle tino en la pegada, pero sobre todo intensidad.

Para ganar en uno de los campos más difíciles de Primera y ante un rival necesitado es imprescindible jugar desde el minuto cero con intensidad máxima, morder, como mínimo, igual que el contrario. Si no, el choque, como ocurrió en Mestalla, se comenzará a perder incluso antes de recibir goles.

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