No es que sea la primera jornada de liga, ni que haga ya casi seis años que no se disputa el encuentro. Ni si quiera que sean conjuntos de la ciudad. Es que es un derbi, y un derbi siempre levanta expectación. Y más aún esta temporada, donde las primeras plantillas de Betis y Sevilla sólo se podrían ver las caras en Copa. Todo ello hace especial –aunque todos son especiales- el partido que los equipos filiales de los dos hermanos antagónicos de la ciudad, disputarán mañana.
Ángel Espínola. Cuando el árbitro toque el silbato a las 11:00 horas en la ciudad deportiva del Ruiz de Lopera, toda Sevilla quedará paralizada por un par de horas. No serán muchos aficionados los que lo presencien –el estadio bético sólo cuenta con 3.000 plazas y el horario es incómodo para ver su retrasmisión- pero cada sevillano tendrá su mente en el Ruiz de Lopera en algún momento durante esos 90 minutos.
La presión de los días previos favorece una máxima igualdad entre estos duelos. Por mucho que el Sevilla Atlético parezca partir de favorito –acaba de descender de Segunda División-, los nervios harán de Rey Salomón en el reparto de las posibilidades de victoria. Incluso la estadística da una igualdad casi total al choque. Así, en los últimos 31 enfrentamientos, los verdiblancos se han llevado el triunfo, por 12 victorias de los franjirrojos. El resto, una mínima cantidad de duelos, acabó en empate.
Curiosamente, el último derbi, que se remonta ya seis años atrás, finalizó con victoria bética por un solo gol. El que anotó el central Lolo, el mismo que hoy juega en las filas sevillistas, aunque ya en el primer equipo. Otro de los que disputó ese encuentro es el delantero Antoñito, ex bético que juega hoy en el San José, y que comentó en el diario Estadio Deportivo que aquél “fue un choque muy igualado en el que ganamos gracias a que Vargas estuvo muy acertado. A mí en ese partido me marcaron Sergio Ramos y Fernando Vega –entonces en el filial sevillista-.
Destinos distintos, caminos parecidos
Sevilla Atlético: Recién descendido a los campos de fútbol de Segunda B, el Ramón Cisneros verá nacer una nueva generación de futbolistas franjirrojos, el futuro del Sevilla en ciernes. Y lo hará con la exigencia de codearse con los más grandes de la categoría. Diego Rodríguez tiene ante sí un reto de envergadura: el de formar un equipo capaz de alcanzar, al menos, los puestos de Play Off.
La ornada de incorporaciones ha sido mayúscula, pero la de salidas ha supuesto el exilio de la mayor parte de la platilla sevillista. Llegan para reforzar las ilusiones de la joven plantilla: Ikechi, jugador de banda que llega de la liga escocesa; Dani Jiménez, Luna, Salva y Rodri, juveniles ascendidos desde la División de Honor, tras una gran campaña del filial sevillista; Chuchi y Sachetti, que también suben un escalón en el escalafón nervionense. Procenden ambos del Sevilla C.
Fichajes los del Atlético que sin embargo jugarán a la sombra de las estrellas franjirrojas, las del futuro del fútbol sevillano y, por qué no, español. De esta forma, Ruyales bajo palos, Cala en la defensa, Javi Martínez y Cordero en la medular y Pukki en el ataque, forman la columna vertebral de la plantilla. La misma que tendrá que demostrar el domingo a las 11:00 en la ciudad deportiva del eterno rival, que el Sevilla Atlético es más que el segundo equipo de una entidad histórica. Uno de los grandes conjuntos del Grupo IV de Segunda B.
Betis B: En horas bajas el primer equipo, la cantera tiene que funcionar con la mayor eficacia posible. Y de esa misión se encargará ni más ni menos que el “implacable Oli”, un ex futbolista que tantas tardes de gloria dio en el Villamarín. El asturiano tendrá que mejorar el undécimo puesto del año anterior, que supo a muy poco tras una primera vuelta instalado en los puestos de Play Off.
Para ello, Oli contará con un buen plantel, a pesar de la merma de jugadores que ha producido el descenso del primer equipo. Han llegado al conjunto verdiblanco futbolistas como Regino, Beñat, Juan Moreno, Eric o el ghanés Razak. Pero de entre todos ellos, destaca el central Miki Roqué, que llegó a debutar en las filas del Liverpool. Un defensa de grandes condiciones físicas que aportará un plus de calidad y que puede durar poco tiempo en el B.
Refuerzos importantes para mantener la categoría en la división de bronce del fútbol español. No obstante, los que intentarán la hazaña de disputar los partidos de ascenso a Segunda División serán los futbolistas nativos. Isidoro en defensa, los geniales Rubén Rivera e Israel por la banda y el joven Manu Gavilán (sustituto de Bojan Krkic en la exitosa generación de España sub-17 , plasmarán en el terreno de juego las mesiánicas estrategias que Oli dirigirá desde el banquillo.