El Sevilla no debe dejar vivo al Athletic en su feudo. / SEVILLA F.C.

La importancia del derbi es capital en esta ciudad. Pero, más allá de la moral, de poco servirá para los objetivos del Sevilla un triunfo el próximo viernes si desecha su partido ante el Athletic.

 

Un lunes más, el Sevilla volverá a luchar contra sus propios fantasmas, esos que regularmente se reproducen como visitante. No pueden permitirse los nervionenses, por tanto, ningún tropiezo que debilite sus opciones en un final de Liga donde deberán moverse bajo presión. Para la cita más cercana, la del Athletic en el Sánchez Pizjuán, deberá sortear el Sevilla un obstáculo que condicionará sus planes. La baja de su estrella indiscutible, el sancionado Jesús Navas, aparece como un lastre importante para un equipo acostumbrado a penetrar las cerradas defensas rivales.

Todo hace indicar que el Sevilla perderá en juego para ganar en argumentos para el gol. Esa es la mayor virtud de Manu del Moral, quien según ha preparado Unai Emery durante toda la semana, se perfila como sustituto del campeón del mundo. La única duda es la banda que ocupará, pues cabe la posibilidad de trasladar a Reyes al extremo diestro dejando el perfil zurdo para el jiennense.

Contra la pérdida de argumentos en el juego que supone la ausencia de Navas  juega la indolencia defensiva del Athletic, un equipo configurado bajo los principios de su entrenador, Marcelo Bielsa para el ataque, y cuya defensa suele dejar demasiados espacios, ideales para que la combinación de la creatividad de Rakitic y Reyes, junto a la llegada de Medel y Kondogbia, y los desmarques de Manu del Moral y Negredo transformen la portería de Iraizoz en un inefectivo escudo antibalas. De la misma manera, el potencial ofensivo vizcaíno podría suponer una amenaza para la endeble defensa sevillista, en el caso de que los leones tengan su día, algo que tampoco suele suceder con continuidad.

La irregularidad ha guiado la temporada de estos dos equipos separados por sólo tres puntos. Está por ver si el Sevilla achaca la presión de la semana, donde se habló demasiado del partido ante el Betis, un derbi que tomará tintes excesivamente dramáticos si no supera en casa al Athletic de Bilbao, el auténtico telonero de la fiesta del fútbol sevillano.

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