Álvaro Negredo está ya consolidado como uno de los pesos pesados de la plantilla, lo que lo convierte en voz de autorizada de un vestuario que ve como Europa se aleja más de lo deseado.
Tras ejercitarse con normalidad, una vez superados sus problemas del lunes, el vallecano visitó la rueda de prensa para comentar numerosos aspectos destacados de la actualidad sevillistas. Uno de ellos es la posibilidad de regresar a Europa, algo para lo que el Sevilla deberá ir paso a paso.
«Pensamos que es difícil, porque es difícil, pero hay muchos puntos en juego, muchos enfrentamientos directos. Podemos porque lo hemos demostrado, aunque fuera de casa no estemos dando el nivel. Somos optimistas y mientras haya puntos en juego vamos a pelearlo. Ahora mismo la forma de crecer es mirar al 11º, al 10º, al 9º, no podemos mirar ahora al Valencia, al Betis.
Pese a las sucesivas derrotas fuera de casa y la eliminación copera, Negredo no cree que el equipo haya descendido su rendimiento desde la llegada de Emery: Creo que sigue existiendo ese efecto ‘Emery’. Jugamos en Mallorca ante un equipo que se estaba jugando la vida y hay que dar méritos a ellos. Fuera de casa estamos más flojos, pero salvo los partidos ante el Barça y el Madrid y este de Mallorca se ha hecho bien el trabajo. No creo que haya que tirarlo todo por este partido».
El delantero sevillista no quiso centrarse en su futuro en la entidad nervionense, una responsabilidad que delega en José María Del Nido y en la situación financiera del club: «El presidente buscará lo mejor para mí y para el club. Hay más jugadores que podrían salir también en verano. Intento no pensar en lo que puede pasar en el futuro. Sé que el Sevilla pasa por penurias económicas, pero mi objetivo es estar aquí, estar tranquilo, y cuando termine la temporada que el presidente que decida. Será todo para bien, si salgo por ayudar al club y si me quedo porque estoy muy a gusto aquí».
Aunque el ariete comienza a sentir la satisfacción ante los buenos resultados goleadores de las últimas dos jornadas, el madrileño reconoció la superioridad del éxito colectivo sobre sus intereses personales, aunque no negó la ilusión que supondría erigirse como máximo goleador nacional: «A nivel personal, van saliendo los números, pero lo que importa es el conjunto. Si uno hace 30 goles y no se consigue el objetivo después, no sirve para nada. Hay que ayudar para que el equipo logre su meta. En lo personal, quedan 11 partidos, y hay competencia. Tanto Rubén Castro como Soldado están haciendo una gran campaña, pero lo importante no es eso, sino que nosostros tenemos que tirar para arriba como equipo. Luego, si llega ese premio para mí, pues mejor».